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La Central de Trabajadores Argentinos (CTA) realizará un paro nacional de 24 horas el próximo 22 de abril. Un congreso que reunió a delegados de las 24 provincias en el teatro Margarita Xirgu votó la medida, que será acompañada de movilizaciones. La jornada tendrá como consigna “para que la crisis no la paguen los trabajadores” y con ella la Central pedirá un aumento del 25 por ciento para los estatales y la sanción de una ley que prohíba los despidos por 180 días.

Hacía siete años que la CTA no convocaba a un paro nacional como parte de un plan de lucha; la última vez fue durante el gobierno de Eduardo Duhalde, el 29 de mayo de 2002. Esta definición conllevó por esto movimientos internos y una pulseada entre los sectores kirchneristas y no kirchneristas que conviven en la organización sindical.

El titular de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Pablo Micheli, que estuvo entre los impulsores del paro, dijo que los reclamos que se expresarán con la medida son “la apertura de las paritarias para discutir salarios sin la imposición de un techo, la sanción de una ley que prohíba por seis meses los despidos, un aumento de emergencia a las jubilaciones y la marcha atrás en la suba de las tarifas”. Micheli agregó que buscarán que “la jornada de paro y movilización esté bien preparada, porque no queremos que sea solamente un saludo a la bandera”. Dentro de la Central, otro sector encabezado por su secretario general, Hugo Yasky, se inclinaba por llamar a un plan de lucha gradual, que no incluyera un paro en lo inmediato.

La Mesa Nacional de la CTA, que reúne a los secretarios generales de las provincias, se reunirá la semana siguiente a la del paro para evaluar la continuación del plan de lucha.