En la madrugada del jueves, los opositores consiguieron por primera vez votar por mayoría una declaración de rechazo a las explicaciones del ministro de Justicia, Guillermo Montenegro, que consideraron insuficientes e inadecuadas. “La Legislatura rechaza las explicaciones brindadas por el Poder Ejecutivo en relación con esta grave crisis”, dice el texto, que el bloque PRO no pudo evitar, luego de que Montenegro esquivara todos los planteos sobre la responsabilidad política por el caso de espionaje a opositores y familiares de víctimas de la AMIA y evitara admitir que cometieron errores con las designaciones de la cúpula de la Metropolitana.

Luego de una puja de horas previa a la sesión, donde los macristas querían que Montenegro asistiera en una presentación espontánea –sin derecho a voto para los legisladores– y algunos opositores querían interpelarlo –lo que abría la posibilidad de juicio político–, al final consensuaron poner el cuerpo en comisión, lo que permitía que al final de la sesión se hiciese un voto de censura al ministro.

Así fue: con treinta votos de la Coalición Cívica, el socialismo, el kirchnerismo, el PJ, Proyecto Sur y los ibarristas, además de diversos monobloques, se impusieron sobre los 26 macristas. “Ante hechos que afectan libertades individuales, derechos humanos y garantías constitucionales, reclamamos un acto de responsabilidad, reconociendo los graves errores cometidos por parte de funcionarios que con su accionar aumentan la inseguridad pública e instalan un clima de angustia y zozobra en la sociedad”, dice la declaración de rechazo de la Legislatura. “Convocamos al Ejecutivo a una reformulación integral de las políticas de seguridad y de la Policía Metropolitana”, plantea el texto. En la sesión, Montenegro negó que se fuera a detener la salida de la Metropolitana a la calle, prevista luego de varios aplazos para el 15 de diciembre.

“La oposición le planteó una agenda muy precisa en relación con el futuro, que si es desoída por el Ejecutivo, no sólo lleva a una crisis de la fuerza de seguridad pública, sino a una crisis institucional. No sé con qué cara los macristas van a ir al Congreso nuevo, si de-soyen al Parlamento local”, consideró el legislador de Igualdad Social, Martín Hourest. “Después de los graves errores cometidos, Macri no puede desoír la voz de la Legislatura ni desconocer que es un instrumento político y legal de magnitud”, consideró el jefe de bloque de Diálogo por Buenos Aires, Eduardo Epszteyn. En tanto, el senador kirchnerista Daniel Filmus observó que “Macri no tiene que renunciar, sino que debe asumir su responsabilidad y la gestión de gobierno. No hay que hacer con Macri lo mismo que Macri hizo con el ex jefe de Gobierno Aníbal Ibarra”.