Seguramente el ex ministro de Educación porteño Mariano Narodowski respiró ayer aliviado. La Cámara Federal resolvió desvincular la sospechosa contratación del espía Ciro James en ese ministerio de la causa central por el espionaje a víctimas de la AMIA, empresarios y hasta el cuñado de Mauricio Macri. Todos los indicios apuntaban a que James fue incorporado a Educación para que tuviera un sueldo y a cambio de ese dinero realizara las operaciones de espionaje ilegal. Ahora, la Cámara afirma que la contratación debe ser investigada por la Justicia correccional, mientras que el expediente central seguirá en manos del juez Norberto Oyarbide. El fallo de la Cámara fue dividido: Jorge Ballestero y Eduardo Freiler votaron por el desdoblamiento, mientras que Eduardo Farah se manifestó en contra.

La resolución es bastante asombrosa, sobre todo teniendo en cuenta que la propia Sala I de la Cámara Federal, la que ayer resolvió el desdoblamiento, le insistió a Oyarbide que debía profundizar la pesquisa, apuntando a que existió una verdadera estructura de espionaje ilegal. Con eso quiso decir que no se puede acusar a Jorge “Fino” Palacios –ex titular de la Policía Metropolitana– y a su subalterno, Ciro James, como protagonistas aislados, sino que el juez debe buscar una estructura mayor, con jefes incluso por encima de ambos. Página/12 viene señalando desde hace tres meses que en ese camino aparece, indefectiblemente, el nombre de Macri, entre otras cosas porque uno de los espiados fue su cuñado, Daniel Leonardo. Pero, además, si se toma lo ocurrido como una organización, el contrato de James en Educación era parte de la maniobra, no un hecho aislado que debe ser investigado por otro fuero.

Los jueces que votaron a favor del desdoblamiento justifican su decisión en que Oyarbide no indagó a Narodowski por la contratación de Ciro James sino que lo citó a declarar por su supuesto vínculo con el espionaje ilegal, es decir si fue parte de la operación mediante la cual se escucharon los teléfonos de Sergio Burstein, dirigente de la agrupación Familiares de las Víctimas de la AMIA, el empresario Carlos Avila, a abogados, gerentes, mujeres y esposas de otros empresarios. La sospecha es que la contratación fue irregular, ya que James nunca presentó un informe, un escrito o un mail en el ministerio. Por ello, se apuntaba a que Narodowski iba a ser procesado por malversación de fondos. La Cámara sostiene que ese delito, planteado así como está, debe ser investigado por la Justicia correccional.

Cerca de Oyarbide afirman que, más allá de la decisión de la Cámara, están estudiando la participación de Narodowski en la operación de espionaje. Tiene que decidir si el ex ministro de Educación integró o no la asociación ilícita que realizó las escuchas ilegales. Es decir, que la Justicia correccional podría decidir sobre la existencia de un fraude en la contratación, pero Oyarbide continuará con lo que podría ser el vínculo de Narodowski con el espionaje. Todo indica que alguien le pidió al entonces ministro o a alguno de sus funcionarios que coloque a James en Educación y efectivamente ocurrió que ese dinero no sirvió para pagar servicios relacionados con el ministerio, sino que encubrió el pago por el espionaje.

El único juez que votó en contra del desdoblamiento de la causa fue Eduardo Farah. El camarista sostuvo que “no puede descartarse que la contratación haya sido congeniada con el propósito de camuflar o encubrir la verdadera tarea asignada a James por parte de las autoridades del gobierno local, esto es, la intervención ilegítima de las conversaciones telefónicas de ciudadanos particulares”. Por ello, Farah consideró que la causa judicial debe ser una sola y que la debe seguir investigando Oyarbide.