La ley de lemas puede llegar a satisfacer a los distintos sectores del peronismo ante la falta de acuerdo sobre el modo de saldar su interna, pero fuera de ese partido casi nadie está conforme con la implementación de ese mecanismo electoral. Dirigentes de la oposición, sin distinción de banderías políticas, coincidieron ayer en rechazar la iniciativa y muchos pusieron en duda su constitucionalidad. La reacción del resto de las fuerzas políticas indica que al peronismo no le resultará sencillo imponer su voluntad en el Congreso, donde no cuenta con legisladores suficientes para consagrar la ley de lemas.
El rechazo al proyecto de ley de lemas que la mesa del congreso del PJ resolvió impulsar para que sea aplicado en las elecciones presidenciales del próximo 27 de abril mostró un consenso pocas veces visto: desde el centroizquierda hasta el centroderecha, desde los radicales hasta Ricardo López Murphy, todos se pronunciaron en contra de la implementación de ese mecanismo electoral.
“Estuvimos en desacuerdo desde el primer momento; la ley de lemas es absolutamente inconstitucional”, expresó Elisa Carrió. La líder del ARI sostuvo, además, que “el PJ no puede dirimir su propia interna y entonces recurre a este mecanismo contrario a la Constitución”.
Desde el espacio político del centroizquierda también Aníbal Ibarra cuestionó la aplicación de la ley de lemas para las próximas elecciones. “No estoy de acuerdo; nunca lo estuve y tampoco lo estoy ahora”, explicó. El jefe de Gobierno porteño y titular del Frente Grande destacó que “el único objetivo de lo que hoy se quiere imponer es resolver la interna del justicialismo y no es bueno trasladarle al conjunto de la sociedad los problemas internos de un partido político”.
Los dos precandidatos presidenciales del radicalismo que todavía hoy discuten quién ganó la interna partidaria del 15 de noviembre pasado, Leopoldo Moreau y Rodolfo Terragno, ya se habían pronunciado en contra de la propuesta del PJ a principios de esta semana y volvieron a hacerlo. “La ley de lemas no sólo no resuelve la fragmentación del sistema político, sino que lo profundiza aún más y abre el camino a que los partidos políticos, que son el sustento del sistema democrático, sean sustituidos por grupos corporativos o económicos”, advirtió Moreau.
Terragno, por su parte, insistió en subrayar que “los votos no son endosables” y reiteró que “la ley de lemas es un sistema según el cual quien cree estar votando por Juan está en verdad votando por Pedro”. Si bien Terragno admitió que “ningún sistema electoral es perfecto”, agregó que el que ahora propone el PJ es de los más “imperfectos”.
Las declaraciones de Moreau y Terragno ponen en duda el acuerdo que los operadores duhaldistas decían tener ayer con el radicalismo para asegurar la aprobación de la ley de lemas sobre todo en la Cámara de Diputados. Para imponer su propuesta, los peronistas necesitan sí o sí de los radicales porque solos no reúnen el número de legisladores suficientes.
Entre los legisladores provinciales, quienes también serán pieza clave para los planes del peronismo, ya hay algunos que hicieron público su rechazo a la ley de lemas. “Es un mamarracho jurídico y político. Los santafesinos conocemos la ley de lemas de memoria, desde 1990, cuando justicialistas y radicales inventaron esa mentira”, criticó el demócrata progresista Alberto Natale.
El senador de Fuerza Republicana Pablo Walter consideró “inadmisible” la iniciativa del PJ y manifestó que la ley de lemas es “de dudosa constitucionalidad”. Además, se quejó de que no es posible “quedar a merced de las disputas internas del peronismo”.
Recrear para el Crecimiento denunció un pacto “Menem-Duhalde”. El partido de López Murphy no sólo definió como “anticonstitucional” el proyecto, sino que también afirmó que “no es más que otro intentodescarado para mantener el poder a cualquier precio, aunque eso implique violar la voluntad popular y la Constitución”.