“La ley de lemas implica trasladar los problemas internos de un partido político, el PJ, a la ciudadanía. Eso sólo es concebible en un sistema fascista de partido único, no en una democracia pluralista como la argentina”, sostiene el constitucionalista Gregorio Badeni. “Es un engaño para el votante”, dice. “No hay democracia consolidada si se siguen violando las leyes”, advierte el jurista.
–¿Es legal la ley de lemas?
–Para la elección de presidente y vicepresidente es manifiestamente inconstitucional porque presupone una elección indirecta de la fórmula presidencial, mientras que la Ley Fundamental exige que la elección sea directa. Se transfieren los votos que obtiene un sublema al que obtuvo más votos dentro del género lema sin la conformidad de los que votaron. La Constitución Nacional dice que se considera electa la fórmula que obtenga el 45 por ciento de los votos válidos positivos o el 40 por ciento de los votos afirmativos con una diferencia mayor al 10 por ciento sobre la fórmula que le sigue. No cabe la posibilidad de unir los votos de varias fórmulas presidenciales.
–¿En qué medida esta modalidad electoral desvirtúa el sistema democrático?
–Formalmente no se ajusta al sistema establecido en la Constitución. Las leyes no están para ser violadas. Políticamente implica trasladar los problemas internos de un partido político, el PJ a la ciudadanía. Eso sólo es concebible en un sistema fascista de partido único, no en una democracia pluralista como la argentina. Los problemas de los partidos los deben resolver sus afiliados, sino tienen capacidad de hacerlo, que se dividan. No hay democracia consolidada si se siguen violando las leyes. Tenemos una sociedad donde hay reglas y no se cumplen, siempre se impone la ley del más fuerte. Ahora el PJ impone así una solución inconstitucional a la sociedad, eso no es democrático.
–Por lo que usted dice, sería la muerte de los demás partidos.
–Es algo que perjudica a todos. En provincias donde se regía la Ley de Lemas se trató de dejar de lado, porque es un engaño para el votante. No es lo mismo en el PJ votar a Menem que votar a Kirchner. Es una burla a la voluntad del ciudadano.
–¿Qué chances hay de que haya segunda vuelta?
–Esa posibilidad existe, no me parece imposible, quizá ningún lema alcanza el 45 por ciento.
–¿Actualmente este sistema se aplica en algún otro país?
–No se aplica en países serios, donde hay democracias consolidada. Para implementarlo aquí haría falta no sólo una ley del Congreso sino la modificación de la Constitución en los artículos que prevén la elección de fórmula presidencial. Igual insisto, es un injerto que intentan establecer ahora y que responde exclusivamente a resolver un problema que los justicialistas no saben cómo resolver por las suyas.