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El prototipo perfecto de postulante a vicepresidente que acompañe a la candidata presidencial del ARI Elisa Carrió, debería contar entre sus antecedentes con un paso conocido y exitoso por la gestión pública y contar con nociones sólidas de economía. Así lo definió una investigación puesta en marcha por el ARI destinada a definir el perfil del compañero de fórmula de la candidata presidencial.
El objetivo de la conducción del partido es detectar los puntos flojos de Carrió, al menos desde la mirada de los votantes, y luego, con los resultados en la mano, delinear su acompañante ideal. Una vez identificadas las debilidades de la candidata, los responsables del partido deberán rastrear entre sus dirigentes para descubrir quien mejor complementa, con sus cualidades, la imagen de la líder del ARI.
Las primeras respuestas, encuestas mediante, ya están sobre la mesa de los jefes partidarios. Los rasgos del compañero ideal comienzan a delinearse. En primer lugar, la fórmula debe equilibrar los sexos: el candidato a vicepresidente será un hombre. En segundo término, las críticas suelen golpear en la falta de experiencia de gobierno de la diputada y las dudas de los votantes aparecen al evaluar su capacidad para tomar decisiones de política económica.
Por otro lado, Carrió tiene como principales fortalezas su imagen de honestidad y su trayectoria opositora, tanto a lo largo del gobierno de Carlos Menem como de Fernando de la Rúa.