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“No nos resulta interesante (acceder a un endeudamiento externo), ya que tenemos el dinero para hacer frente al pago de la deuda.” Con estas palabras, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner rechazó la posibilidad de acceder a una colocación de un bono por 1000 millones de dólares con una tasa del 8,75 por ciento. Esta propuesta habría surgido durante un encuentro que mantuvo el ministro de Economía, Amado Boudou, junto a 35 posibles inversores. El Gobierno decidió afrontar los vencimientos de deuda de 2011 con el uso de las reservas del Banco Central, a partir de su inclusión en el proyecto del Presupuesto 2011. “Por el momento es mejor usar las reservas, las cuales rinden un 0,5 por ciento anual, que endeudarse por encima del 8 por ciento. El costo de oportunidad sigue jugando a favor de la utilización de nuestros propios recursos”, afirmaron a Página/12 fuentes del Gobierno.

“Durante el default, el endeudamiento era a tasas de dos dígitos. Hoy sería de un dígito, pero igual no nos resulta interesante plantearnos un endeudamiento a tasas que podrían ser del 8 u 8,75 por ciento, porque en realidad tenemos dinero para poder hacer frente al pago de la deuda”, sostuvo Fernández de Kirchner durante una conferencia de prensa realizada en Nueva York.

La deuda a cancelar con el sector privado durante todo 2011 ronda los 10.500 millones de dólares. Dentro de esta cifra están incluidos los vencimientos que surgieron del canje realizado este año, pero no contempla los títulos en manos del sector público (Anses, BCRA y el PAMI, entre otros). El uso del nuevo Fondea cubrirá aproximadamente el 70 por ciento de los vencimientos del próximo año. Si se copia al pie de la letra la reglamentación del actual instrumento, el año próximo se pagarán con reservas los Boden, Par-Descuento, Préstamos Garantizados y Bonar.

En marzo de 2011 el Tesoro deberá pagar vencimientos por 1500 millones de dólares de capital del Bonar V y en agosto deberá desembolsar 2000 millones de dólares en concepto del Boden 2012, título emitido durante la pesificación asimétrica. Por el momento, el cupón PIB está por fuera del alcance del Fondea. En diciembre del año próximo vencen 2000 millones de dólares de este título.

“Argentina no necesita acudir a los mercados internacionales, por eso me parece que es una buena señal decir que no se necesita el dinero. Si el escenario global continúa generando bajas tasas de interés y si el Riesgo País se acomoda a la realidad de una economía con alto crecimiento y superávit gemelos, podremos evaluar una colocación a tasas más bajas que no impliquen endeudamiento sino una reducción del ritmo de desendeudamiento para sostener inversiones en infraestructura y gasto social”, explicó a Página/12 Alejandro Vanoli, titular de la Comisión Nacional de Valores.

Según datos oficiales, el nivel de la deuda externa representa hoy un 29 por ciento del PBI, mientras que en 2003 llegaba al 160 por ciento del producto. “Con (Domingo) Cavallo la economía llegó a crecer al 7 por ciento, pero con un endeudamiento que finalmente terminó explotando en 2001. Ahora crecemos al 9 por ciento pero con un nivel de desendeudamiento nunca visto. La acumulación de divisas tiene que ver con fondos genuinos, no son parte de la especulación financiera, sino que están relacionados con el superávit comercial y el crecimiento de la economía argentina”, enfatizó Fernández de Kirchner.

Desde el Gobierno también sostienen que salir al mercado internacional en este momento sería contradictorio con pedir una autorización en el Presupuesto para el uso de las reservas. En este sentido, el Ejecutivo considera que podría ganar voluntades parlamentarias con el uso de reservas. Por otro lado, el año próximo será el último período de fuertes vencimientos de la deuda externa. De ahí que varios funcionarios consideren que si se pasa bien el “examen 2011”, tanto desde lo político como lo financiero, Argentina tendría una mejor perspectiva para conseguir dinero fresco a tasas cercanas al 7 por ciento. Al menos, ésa es la expectativa.