Miércoles, 1 de diciembre de 2010 | Hoy
EL PAíS › SUPUESTAS DECLARACIONES DE MASSA Y ALBERTO FERNáNDEZ EN LOS NUEVOS CABLES
El diario El País publicó ayer nuevos extractos de cables firmados por la embajadora norteamericana Vilma Martínez. En su versión, aparecen comentarios críticos de los antiguos funcionarios hacia los Kirchner y de la embajadora Martínez sobre Macri.
A cada revelación, el “cablegate” dispara sus repercusiones y va dejando un tendal de heridos. Ayer, por una nueva publicación del diario El País, les tocó a los ex jefes de Gabinete Sergio Massa y Alberto Fernández, quien, según cables firmados por la embajadora de Estados Unidos en Buenos Aires, Vilma Martínez, dijeron en forma reservada frases críticas respecto del ex presidente Néstor Kirchner, del kirchnerismo y sus posibilidades de triunfo en las elecciones de 2011. Luego, Massa negó haberse referido al ex presidente de esa manera y Fernández aseguró que nunca se reunió con Martínez. La embajadora también tuvo una mirada negativa respecto a los modales del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, de quien cuestionó “su maniquea visión del mundo”.
La saga continuó ayer con el nuevo artículo del diario español El País, uno de los elegidos por Wikileaks para difundir los más de 250 mil cables obtenidos del Departamento de Estado norteamericano, de los cuales 2233 corresponden a la embajada en Buenos Aires. En la versión que publicó ayer en su página web, El País no agregó el original de los cables que se reproducían, así que sólo fue posible conocer la traducción y el extracto realizado allí. La embajada de Estados Unidos en Argentina aclaró que los cables firmados por la embajadora no necesariamente habían sido redactados por ella.
Hay un relato de una cena celebrada en noviembre de 2009 “en casa de un amigo financiero”, al que no se identifica. Por lo publicado por el diario francés Le Monde en su edición del lunes podría inferirse que el anfitrión fue el ex presidente del Banco Central Mario Blejer –de quien también se publicaron declaraciones–, pero es sólo una suposición, porque no se especificó. Lo que sí se cuenta es que Massa estuvo durante el ágape muy verborrágico y que su esposa, Malena Galmarini, se la pasó haciéndole señas para que se callara, pero no le hizo caso.
De la cena participó la embajadora Martínez, quien luego reprodujo que Massa dijo que los Kirchner no tenían chances de ganar en 2011. Además, consideró al ex presidente como “un psicópata, un monstruo” con una “aproximación matona” a la política, que para Massa reflejaría un complejo de inferioridad. De acuerdo con el artículo del diario, el ex jefe de Gabinete se sentía tan relajado que le pidió a su mujer que dejara de hacerle señas y siguió hablando. Habían pasado apenas cinco meses desde que había dejado el Gobierno, pero en el encuentro consideró a la presidenta Cristina Kirchner “sometida” a su esposo y hasta se animó a pronosticar que “la Presidenta trabajaría mucho mejor sin él”. Según la infidencia que agrega allí la embajadora Martínez, Massa ya había considerado en una conversación que habían mantenido dos meses antes que “CFK remite casi todo los asuntos a su marido y que en la práctica sólo obedece órdenes”.
Por otro lado, Massa no consideró posible que Argentina adopte una política parecida a la de Venezuela. “Creo que, con todos sus problemas, Argentina no es Venezuela. Su sociedad es demasiado educada, tiene un amplia clase media y su economía es mucho más compleja. Argentina –explicó– no permitirá a los Kirchner consolidar su poder con mayor gobierno autocrático”, se explicó en el cable.
Ayer, el intendente de Tigre aceptaba haber participado de esa cena en la que también estaba la embajadora, pero aseguró que “nunca se refirió a Kirchner en esos términos”. En diálogo con este diario, Massa consideró que era “subestimar su inteligencia” pensar que podría haber hablado de esa manera en un encuentro donde había mucha gente.
El cable de Alberto Fernández –siempres según el artículo– también es mayormente crítico aunque más discreto. “Néstor Kirchner tiene mejor reputación de competencia que su esposa, pero no podrá ganar las elecciones de 2011”, es una de las afirmaciones del ex jefe de Gabinete que recoge la comunicación, sin especificar cuándo y dónde fueron dichas. Según el análisis, Kirchner podía aspirar a lo sumo a obtener un 20 por ciento en una primera vuelta y que esos votos eran “fundamentalistas”, es decir, sólo de los más fieles al proyecto. Eso –siguió evaluando– podría llevar a que Cristina Kirchner gobierne cada vez más desde la izquierda, pero esa estrategia terminará en fracaso porque “la izquierda, por sí misma, no es capaz de llevar a nadie a la presidencia en este país”.
Alberto Fernández desmintió ayer haber mantenido una reunión con la embajadora de los Estados Unidos y aclaró que “eran públicas” las críticas que realizó al matrimonio Kirchner una vez que abandonó su cargo. “Me preocupa que los diplomáticos construyan imagen de la Argentina sobre cosas que se dicen de los diarios”, manifestó. Interpretó que lo que se había hecho en la embajada era “levantar la información pública e interpretarla graciosamente, es una estupidez”.
La opinión de la embajadora Martínez sobre el jefe de Gobierno porteño es breve pero lapidaria. En un cable, la diplomática relata un encuentro. “La reunión sirvió para recordarnos su brusquedad, su maniquea visión del mundo y su incomodidad con las sutilezas de las comunicaciones interpersonales. Cortó la reunión abruptamente a los 20 minutos”, sostiene en el mensaje de noviembre de 2009. Según el cable, compartía esas características con Néstor Kirchner, “su gran rival político”.
El artículo recurre a cables de embajadas de otros países para mostrar a dos extranjeros también preocupados por Argentina. Una es la ex presidenta chilena Michelle Bachelet, quien le habría expresado en enero de 2010 a su compatriota, el secretario de Estado adjunto Arturo Valenzuela, que la situación argentina “expresa francamente los retos que atraviesa ese país, desde sus débiles instituciones y falta de una democracia robusta a su inestable presidente”.
Por último, se transcriben los comentarios del secretario general de la Oficina del Gobierno español, Bernardino León, quien le habría expresado en mayo de 2008 al entonces secretario adjunto, Thomas Shannon, la inquietud de las empresas españolas por el tono populista y la corrupción del gobierno argentino.
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