Hizo falta una toma masiva, con represión policial y desalojo negociado incluidos, para que el Gobierno de la Ciudad le prestara atención a uno de los sectores más postergados. En efecto, mientras se desconoce todavía cómo será la solución habitacional para las familias que levantaron la ocupación de las tierras, comenzaron ayer mismo los trabajos para que el Parque Indoamericano deje de ser un baldío. “En cuatro meses, quedará en las mismas condiciones que los parques Tres de Febrero y Saavedra”, dijo a Página/12 el ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli.

Esa cartera se hizo cargo en estos días de la gestión en el parque, que hasta ahora estaba bajo la órbita de la Corporación Buenos Aires Sur. Se trata de 130 hectáreas, delimitadas por las avenidas Escalada y Castañares, por la autopista Héctor J. Cámpora y por las vías del Ferrocarril Belgrano Sur. Aproximadamente la mitad de esa extensión estaba en condiciones de uso, con arbolado, canchas de fútbol y pasto cortado, pero el resto del predio se encontraba en situación de abandono, como pudo verse en las imágenes de la toma y comprobaron todos los que pasaron por allí en estos días.

“Vamos a colocar rejas en todo el perímetro, luminarias, pavimentación en los accesos, forestación y parquizado”, prometió Santilli. Ayer mismo, las cuadrillas comenzaron con la tarea de limpieza, mientras una motoniveladora realizaba trabajos de movimiento de suelo, para emparejar el terreno, y otros empleados municipales fumigaban el predio para eliminar la posible presencia de plagas.

El jefe de Gobierno, Mauricio Macri, aprovechó el despliegue para asistir al lugar, donde afirmó que se instalarán cien metros de rejas por día para que el parque quede cercado. Según explicó Santilli, sólo un sector del Indoamericano está perimetrado por rejas, unos 1500 metros, por lo que consideró construir enrejado para unos 2000 metros, estimó.

“El parque va a estar cerrado durante la noche, y se abrirá por la mañana, como ocurre en la Reserva Ecológica”, informó el ministro. “Pero no cerrará durante la obra, porque la mayor parte se puede hacer con el parque abierto: para colocar luminarias o rejas no hace falta cerrar, y sólo se van a cercar los sectores donde se hagan movimientos de suelos”, aclaró.

Las tareas incluyen la recuperación del lago Soldati, regulador del sistema hídrico del barrio, que está seco y desactivado. “En esa tarea está trabajando la gente de Hidráulica, para que el lago vuelva a actuar como aliviador y no se inunden los barrios vecinos”, sostuvo Santilli. Las obras incluirán instalaciones sanitarias, que consistirán en un tendido de agua potable pero no contemplan por ahora la instalación de baños, “que son de muy difícil mantenimiento”.

En cuanto a la custodia del lugar, quedará en manos de la Policía Metropolitana.

Santilli dijo desconocer cuál es el presupuesto total para la obra. “Calculo que son varios millones”, arrojó. Respecto del uso del parque, dijo que desconocía que el sector de las canchas de fútbol fuera explotado por una asociación de inmigrantes, que cobran por el alquiler del espacio y explotan la actividad gastronómica, como se denunció en estos días. “El parque será público y su uso, gratuito para todos los vecinos. Si había joda, ahora se acabó”, aclaró.