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Los hombres de Carlos Menem profundizaron ayer su batalla judicial al pedirle a la jueza María Romilda Servini de Cubría que intervenga la junta electoral del PJ –dominada por el duhaldismo– ya que ésta no prepara las internas abiertas del 23 de febrero, de hecho contradiciendo lo ordenado por la jueza. En el edificio de Tribunales se cree que la magistrada no irá tan lejos, ya que no tiene facultades para reemplazar a una junta electoral duhaldista por una menemista, pero hay alguna posibilidad de que le ordene al organismo que, sí o sí, dé los pasos para hacer la interna.
En verdad, la junta electoral duhaldista argumentará que no tiene que preparar ninguna interna por cuanto el congreso del viernes pasado justamente suprimió las internas y resolvió ir al sistema de neolemas, facultando a Adolfo Rodríguez Saá, Carlos Menem y Néstor Kirchner a presentarse en sendos frentes. Entonces, el centro de la guerra tribunalicia será la validez del último congreso y de sus resoluciones.
En este terreno, Servini puede anular lo que resolvió el cónclave hecho en Lanús y después de esa resolución ordenaría que la junta electoral se ponga a preparar la interna. Sin embargo, de inmediato vendrá la apelación a la Cámara Nacional Electoral que, con mucha suerte y viento a favor, recién recibirá el expediente la semana próxima.
En Tribunales se rumorea lo siguiente: no está claro qué determinación adoptará la Cámara en la cuestión de los neolemas, pero es muy difícil que anule las resoluciones de un congreso de un partido político si éste estuvo bien convocado y con quórum. O sea que si no permite que se inscriban tres candidatos de un mismo partido –en este caso el PJ– lo más probable es que autorice la nominación de la fórmula encabezada por Kirchner, una variante que se votó en Lanús. El argumento es que las fuerzas que encabezan Carrió, López Murphy o Alfredo Bravo los nominaron a la presidencia sin elecciones internas, por lo tanto también el PJ está en su derecho de hacerlo.
Sea como fuere, el caso bien podría terminar en la Corte Suprema, pero eso sería, como muy rápido, a mediados de febrero, lo que significa que ya no habrá tiempo para hacer la interna. Además, el 8 de marzo se tienen que inscribir los candidatos a la elección presidencial, siempre que la Justicia no falle en contra de los comicios y encima patee todo hacia octubre.