EL PAíS
Culpar al mensajero
“No me haga esa pregunta, por favor”, contestó con cierto temor Cynthia Pok, coordinadora de desarrollo metodológico de la Encuesta de Hogares, en la conferencia de prensa brindada ayer. “Esa pregunta” no era otra que su opinión sobre los dichos del ministro de Economía, Roberto Lavagna, quien un día antes había optado por el viejo método de culpar al mensajero por las malas nuevas. Consultado por la prensa brasileña sobre la pobreza en la Argentina, consideró que su magnitud record debía atribuirse a “errores técnicos” del Indec, en particular en los bienes considerados para determinar la línea de pobreza. “Se está calculando con metodología que incluye, además de la reparación del automóvil que es el caso más obvio, esparcimiento y turismo, que no corresponde”, señaló Lavagna. Ya con más diplomacia que temor, Pok recordó que la metodología utilizada “responde a pautas consensuadas en reuniones técnicas y en ámbitos académicos”, criterios además en línea con criterios internacionales. No se puede comparar la pobreza sino con “los hábitos de consumo del decil inmediato superior al que no tiene estas necesidades satisfechas”, explicó la funcionaria. Ya fuera de micrófono y pidiendo reserva de identidad, un alto representante del organismo se preguntó: “¿Qué pretende Lavagna, crear una canasta especial para pobres? Si a la pobreza no se la compara con alguien que tiene un auto o puede salir de vacaciones, ¿con qué se la va a comparar?”.