- Ricardo Rouvier (Consultora Ricardo Rouvier y Asociados): “El estilo que está inaugurando Néstor Kirchner se caracteriza principalmente por la actividad y la movilidad. El va hacia donde está el problema y no espera que el problema venga hacia él. Además, compromete en esto a su gabinete, al que involucra en la velocidad con que busca resolver los conflictos. A pesar de tener sólo dos días en el gobierno, ya pudimos ver su actitud en el tema de los docentes de Entre Ríos y en la decisión de pasar a retiro a los militares. Kirchner se está presentando como un mandatario ejecutivo y decisivo, y hasta ahora, es homogéneo con su discurso. Este estilo es bien diferente al que tenía Fernando de la Rúa, que era más reflexivo y analítico, que dejaba venir los problemas encima, y que tomaba decisiones lentas o directamente no las tomaba. Pero esta forma de encarar sus funciones puede jugarle en contra si provoca que los sectores sociales con demandas insatisfechas le terminen exigiendo que responda de igual manera. Esa “no distancia” puede ser contraproducente si no puede dar solución a todo lo que se le pida. Esta forma de gobernar quizás está mostrando el costado militante de Kirchner, que comprende lo que ocurre y quiere resolverlo con rapidez”.
- Analía del Franco (Analogías): “En la actitud que tomó Kirchner en sus dos primeros días de gestión parece estar cumpliendo con la expectativa que generó en su campaña y en su mensaje del domingo. Nosotros hicimos un sondeo sobre lo que generó el discurso que dio durante la asunción. Uno de los temas que se desprenden de la encuesta es que a la gente le gustó su sencillez, su simpleza, su humildad. La sociedad estaba demandando un estilo más directo, de mayor acercamiento. Durante su asunción demostró cierto abandono del protocolo, que en su gestión quizá pueda verse reflejado en una forma antiburocrática de gobernar. Por ahora, con su decisión de viajar personalmente a Entre Ríos a resolver el conflicto docente estaría cumpliendo con un estilo de presidencia que le vendió a la sociedad durante su campaña. El tema es que pueda seguir sosteniéndolo”.
- Pablo Daniel Muse (profesor de Comunicación Política de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad del Salvador): “Desde el primer minuto del acto de transmisión del mando Néstor Kirchner se mostró como un político que arribó a la presidencia forjando un estilo propio, lejano del manual de conducción menemista y de la marketinización delarruista. La imagen no fue una cuestión por la que se haya preocupado demasiado durante su campaña. Su posicionamiento tuvo más que ver con promesas de coraje, humildad y responsabilidad que con demostraciones de grandes capacidades actorales y discursivas. Se deja ver como una persona informal y sencilla que está más allá de los anuncios rutilantes y del glamour en que estuvo sumergida la política argentina durante la década del ‘90. Su estilo es una vuelta al peronismo clásico, de unidad básica y contacto directo con los dirigentes, los militantes y los ciudadanos. Es un “estilo rebelde” que transgrede el protocolo y que permite entusiasmarse con que estará cerca de la gente. Ya lo demostró, y por ende sufrió un corte en la frente el mismo día de su consagración por ir a abrazar a sus seguidores. En conclusión, intentará ser reconocido por la población como un “político hacedor”.