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El fallo a favor de los fondos buitre continúa generando repercusiones entre distintos economistas de la city porteña. Algunos se muestran de acuerdo con la postura del país de no pagar el ciento por ciento de la deuda a los bonistas que no ingresaron a los canjes de 2005 y 2010. Otros especialistas, en cambio, plantean que Argentina tiene la obligación de cumplir sus compromisos con estos acreedores que compraron títulos locales sin la intención de especular con ganancias extraordinarias.

Entre los economistas que respaldan la posición del Gobierno se encuentra Carlos Heller, titular del Banco Credicoop y diputado por el Frente Nuevo Encuentro. “Los fondos buitre son buitre porque han comprado bonos en default. Es la estrategia que utilizan de manera permanente. Adquieren los títulos a precios de remate para obtener luego por la vía judicial una ganancia fenomenal”, dijo. Agregó que el anuncio de este lunes deja en claro la voluntad de pago hacia todos los que acepten las condiciones de quita ya negociadas por el país. “Con la reapertura que se va a realizar, hay que esperar que la Corte Suprema de Estados Unidos valore la buena fe de la actitud argentina, tenga sensatez, y falle a favor”, concluyó.

El ex presidente del Banco Central Aldo Pignanelli también respaldó la postura de no aceptar el reclamo de los fondos de especulación. Además de encasillar como “traidores a la patria” a políticos y economistas que no apoyaron el proyecto anunciado este lunes por la presidenta de la Nación, el economista dijo que “éste es un tema de soberanía nacional. Como argentinos, tenemos que encolumnarnos detrás del Gobierno, porque tiene la tarea de defender los intereses del país”.

En la otra vereda, Carlos Melconian, asesor económico del jefe del PRO, Mauricio Macri, mencionó que hubo mala praxis en el manejo de la deuda durante los últimos años. “La historia juzgará por haberse emperrado en estos dos años sin darle una solución al tema (de bonistas que no ingresaron al canje) y el costo que tuvo para el país”, marcó este consultor que en 2003 habría ocupado el cargo de ministro de Economía si Carlos Menem hubiera ganado las elecciones presidenciales.