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• SUBNOTA › FELLNER REVALIDARA EN JUJUY
Reelección esperada
Hay poco misterio en las elecciones del domingo que viene en Jujuy. Con una gestión ordenada, que le permitió superar la inestabilidad crónica de la provincia, y con el apoyo de Néstor Kirchner, Eduardo Fellner se perfila como el claro ganador de los comicios. El radicalismo aspira a un resultado decoroso en la figura de Gerardo Morales, un dirigente con cierto prestigio en la provincia pero que carga el peso de una antigua amistad con Fernando de la Rúa.
Fellner asumió como gobernador en 1999. En sus cuatro años de mandato, consiguió esquivar lo peor de la crisis y, aunque estuvo lejos de mejorar los terribles índices de pobreza, al menos puede mostrar una administración ordenada, suficiente para quebrar la racha de inestabilidad: en los diez años anteriores habían pasado ocho gobernadores.
En una región teñida de menemismo como el NOA, Fellner jugó fuerte con Kirchner desde un principio. Fue el titular de la Comisión de Acción Política del PJ, el organismo inventado por Eduardo Duhalde para vaciar de poder la conducción de Carlos Menem y allanar el camino de Kirchner a la Rosada. Ahora, agradecido, Kir-
chner está dispuesto a retribuir el favor. Participó de un acto en Humahuaca y tiene previsto acercarse de nuevo a Jujuy antes del cierre de la campaña.
Con el oficialismo fortalecido y sin apoyos nacionales, es poco lo que puede hacer la golpeada UCR de Jujuy. El senador Gerardo Morales encabeza la fórmula para la gobernación del Frente Jujeño, que además del radicalismo está integrado por sectores del Movimiento Popular Jujeño, el viejo partido de María Cristina Guzmán, y el ARI.
Sin muchas esperanzas, la oposición denuncia clientelismo por parte de Fellner –dicen que maneja 100 mil planes sociales en un padrón inferior a 300 mil– y aún busca el discurso adecuado. Es un problema: Morales también defiende la gestión de Kirchner, aunque, a diferencia de su rival, su foto no figura en los afiches junto a la del Presidente.
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