El actual vicegobernador, Roy Mikisch, es el favorito para las elecciones del domingo en Chaco. Desconocido para el gran público, Mikisch tiene el apoyo invalorable de Angel Rozas, que a pesar del desgaste de dos gestiones sigue siendo la gran figura de la provincia. Aunque el candidato radical aparece primero, el peronista Jorge Capitanich lo sigue de cerca y no se descarta una sorpresa en los comicios.
La figura de Rozas es el centro de la campaña en Chaco. Dos veces gobernador, el actual titular de la UCR conserva prestigio y popularidad en una provincia pobrísima. Su figura, una mezcla del típico caudillo del interior y el clásico dirigente radical, aún cautiva a los chaqueños, que el domingo que vienen deben elegir gobernador, tres diputados nacionales y 68 intendentes.
A diferencia de otros gobernadores, Rozas no logró reformar la Constitución provincial para forzar un tercer período, por lo que finalmente decidió respaldar a Mikisch. Eternamente opacado por el gobernador, el candidato aparece junto a Rozas en los actos, los afiches y los spots televisivos. Sus operadores aseguran que aventaja por diez puntos a su rival, mientras que la oposición reduce la diferencia a sólo dos puntos.
El PJ postula a Capitanich, que perdió con Rozas las elecciones de 1999. Ex jefe de Gabinete de Eduardo Duhalde y actual senador nacional, Capitanich cuenta con el apoyo de Néstor Kirchner: el Presidente grabó un aviso junto al candidato, visitó la provincia y se espera su presencia en el acto de cierre. Además de Kirchner, se acercaron a respaldarlo su mujer, Cristina Fernández, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, y el ex presidente Eduardo Duhalde.
Con el apoyo de Kirchner, Capitanich espera descontar la distancia que lo separa de Mikisch. Tiene otra ventaja: firmó un pacto de convivencia con su adversario interno, el ex menemista Manuel García Solá, que después de perder la interna por la candidatura a gobernador decidió apoyar a Capitanich y pelear la intendencia de Resistencia.