EL PAíS › SENADOR ELECTO, A LA CABEZA DE LOS SUBLEMAS
Sábana marca Carlos Reutemann
Por Leo Ricciardino
Desde Rosario
Carlos Reutemann fue la figura destacada ayer en Santa Fe. No hace falta revolver mucho para darse cuenta de esto, ni siquiera hace falta conocer el resultado final de la ajustadísima elección de gobernador. Después de 23 muertos y 100 mil personas desamparadas por las dramáticas inundaciones provinciales y con fuertes cuestionamientos al gobierno por el manejo de esa crisis, el actual gobernador tenía una proyección de votos para senador nacional que superaba el 53 por ciento.
Desde las tendencias, se transformaba así en el hombre más votado en toda la provincia. Pero hacia adentro es otra cosa. El mandatario estaba concentrado en cómo iba su candidato Alberto Hammerly comparado con su enemigo íntimo Jorge Obeid, el que más posibilidades tenía adentro del Lema PJ desde lo previo y en los boca de urna. Para el peronismo era un escenario raro: el hombre fuerte de Santa Fe apoyando al candidato más débil del PJ, y el hombre fuerte de la Nación mostrando apenas una punta de respaldo a Obeid y muchas simpatías para el socialista Hermes Binner.
Muchos analistas se apresuraron a señalar a Reutemann como el nuevo referente de una “nueva derecha” a nivel nacional, tras la caída de López Murphy. Pero en rigor esto es tan impredecible que otros ni siquiera están muy seguros de qué es lo que hará el gobernador a partir del 10 de diciembre, si asumirá o no como senador nacional o si dejará la banca a su suplente, precisamente el mismo Hammerly.
Las dificultades impuestas por la Ley de Lemas, sumadas a una doble elección (nacional y provincial) y a la vez una supersábana de 66 centímetros con todas las categorías electivas juntas, derivó –como se esperaba– en una carga lentísima de datos oficiales y en el crecimiento acelerado de las especulaciones alrededor de los boca de urna y de la proyección de las “mesas testigo”.
Pero muchas de esas tendencias más las encuestas previas y el boca de urna de Zuleta Puceiro, le daban ese 53,8 por ciento de votos a Reutemann que figuraba a la cabeza de 14 listas del peronismo en las boletas que se desparramaban en los bancos y mesas de las escuelas que se usaron para la votación. Era el hombre del “arrastre” y todos los candidatos del Lema querían tenerlo cerca. Su apellido en letras de molde también eran de las más grandes que se vieron. Lo que quedará para los próximos días es establecer el nivel de corte de boletas, porque el 53,8 por ciento de Reutemann seguía muy lejos del porcentaje de Obeid que era el más votado a gobernador dentro del lema.
¿Por qué el presidente Kirchner no jugó más decididamente a favor de Jorge Obeid?. Hubo muchas especulaciones al respecto. Que en realidad Obeid es un duhaldista de “paladar negro”, que un triunfo de Binner no sería contrario a los intereses presidenciales y hasta que Kirchner no quiso enfrentar abiertamente a Reutemann. Sea como sea, cinco días antes de los comicios de ayer, el presidente estuvo en Paraná –a sólo 30 kilómetros de Santa Fe– apoyando a los candidatos entrerrianos que eligen dentro de un mes a un nuevo gobernador, pero nunca cruzó hacia este lado para tratar de inclinar la balanza.
En la interna peronista, siempre dijeron que Reutemann intentará “ser ganador junto a uno de nosotros o ser ganador con nosotros en el fondo del mar”. Toda una definición del perfil personalista del actual gobernador quién, para muchos “armó un arca de Noé sólo para sus hombres más leales”.