Zezé Perrella es un senador del Partido Democrático Trabalhista (PDT) que presidió a Cruzeiro, uno de los dos clubes más populares de Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais. Mientras hacían negocios en el fútbol, Gustavo Arribas, que por entonces era uno de los intermediarios más influyentes de Brasil, estrechó su relación con este político que admite haber financiado a la barra brava del Cruzeiro, a la que llaman la Mafia Azul. El Señor 5 concretó con Perrella un pase muy cuestionado en el club, la incorporación del delantero argentino Ernesto “Tecla” Farías en 2010. Tiempo después, el ex presidente admitió que había cometido un error porque el delantero no rindió y Cruzeiro perdió plata con él. Si bien Perrella pertenece a un partido que apoyó al PT en el plano nacional, también es un hombre muy cercano a Aécio Neves, el ex candidato presidencial del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que forjó su trayectoria política en Minas Gerais y fue derrotado en las últimas elecciones por Dilma Rousseff. En 2013, Zezé y su hijo Gustavo, un ex diputado estadual, quedaron envueltos en un escándalo de trascendencia nacional cuando en un helicóptero de la empresa agropecuaria Limeira (propiedad de Gustavo Perrella) fue incautada casi media tonelada de cocaína. El caso llegó a la Cámara de Diputados, donde la ex candidata a la presidencia del frente de izquierda PSOL, Luciana Genro, señaló que Perrella y su hijo no fueron presos “porque fueron blindados por sus relaciones con el poder”.