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“La causa está en estricto secreto de sumario, y todavía hay procedimientos que no fueron completados”, reveló a Página/12 una fuente judicial, temerosa de que cualquier información pusiera en alerta a los integrantes de la banda. Este diario tuvo acceso a la investigación. Las escuchas son más que elocuentes. En una de ellas, dos integrantes de la banda hablan sobre la compra de armas largas, perdón, camisetas largas.
–Está bien... todo bien.
–Que si no es mañana es pasado igual.
–Bueno.
–Vos sabés que... que esto está.. estamos atrás de esto... ¿o no?
–Sí, ya sé.
–Pero lo que pasa que yo me tengo que encontrar con un chabón, que hace... que le tengo que hablar de un negocio de... un par de camisetas largas... ¿viste?
–Bueno, está bien.
–¿Me entendés lo que te quiero decir?
–Sí, sí. Llamame después boludo...
–Bueno, ahora, después te llamo, a la noche y hablamos bien entonces.
–Dale... llamame de un público después.
–Te llamo de un público.
En otra conversación, dos integrantes de la banda comentan cómo sortearon un operativo en un auto robado.
–Pasó, pasó la fuerza pública el (mencionan la marca del auto robado)
–¿Ah sí?
–Cuando estabas llamando estábamos reapretados estábamos.
–¡¡No!!
–Sí, pero no pasa nada, está todo repiola acá. Yo dije, acá nos voltearon... nos paran a nosotros en un operativo vio... ¡¡sabe qué operativo!!!
–Sí, de la reputa madre.