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“Ya nos lo había anticipado.” El dirigente piquetero Juan Carlos Alderete (CCC) contó ayer a Página/12 que el presidente Néstor Kirchner le había dicho, en un encuentro hace semanas, que el FMI avanzaría más en sus reclamos porque “es insaciable”. “En una reunión que tuvimos, Kirchner me dijo ‘Alderete, yo sé que usted cree que el acuerdo que firmamos con el Fondo es perjudicial para el país. Pero en poco tiempo vamos a estar en la misma vereda, porque ellos son insaciables y no se conforman con nada’. Ahora vamos en el camino que nosotros pretendemos”, dijo Alderete. Tanto el dirigente de la CCC como el líder de la FTV, Luis D’Elía, manifestaron su apoyo explícito a las declaraciones de Kirchner sobre el Fondo y su cuestionamiento a los “nativos que viven metiendo miedo” y que dicen que “si no nos subordinamos, vamos a tener problemas”. También festejaron la respuesta del Presidente a las críticas del secretario para el Hemisferio Occidental, el cubano-norteamericano Roger Noriega. “A la Argentina, no a un presidente circunstancial y temporal, no la cita nadie. Terminemos de ser alfombra”, fueron las palabras que más entusiasmaron a los piqueteros. De hecho, los desocupados reaccionaron cantando “Patria sí/Colonia no” cuando el Presidente se quejó por el uso de la palabra “citación”. “Noriega dice lo que Bush no puede decir”, dijo D’Elía en el acto de Villa Palito, en La Matanza. Evidentemente, el acuerdo de ambos piqueteros con el tono elegido por Kirchner reflejó no sólo una coincidencia en cierta medida ideológica. También mostró cómo el Presidente, cada vez que la confrontación con el FMI y ahora Estados Unidos se hace más fuerte, elige mostrarse junto a los desocupados y los sectores más humildes. “Yo les pido que me apoyen, y voy al frente”, dijo ayer Kirchner para cerrar el discurso en el acto. La gente lo aplaudió mucho, tanto que hasta algunos funcionarios se animaron a darle un consejo. Le dijeron al Presidente que si la escalada se profundiza, convoque a los argentinos a la Plaza de Mayo tras su regreso de Monterrey. Kirchner escuchó la propuesta, pero no dijo nada. Aunque en su entorno no la descartan, en absoluto.