La distribuidora eléctrica Edenor reportó ayer una pérdida neta de 1.185,50 millones de pesos durante el primer semestre, afectada principalmente por “la decisión judicial de frenar el aumento de la tarifa”, y advirtió que podría encaminarse hacia “una eventual disolución”. “El resultado del período se ve afectado significativamente por las cautelares, tanto individuales como colectivas, que en conjunto representan aproximadamente el 30 por ciento de las ventas de la sociedad”, explicó Edenor en una comunicación a la Bolsa de Comercio porteña.

La distribuidora mencionó que esas medidas ordenan para los clientes alcanzados la suspensión de los incrementos tarifarios otorgados a partir del 1 de febrero de 2016 con efecto retroactivo a esa fecha, con interrupción de la facturación de los aumentos y la devolución de los montos ya percibidos como consecuencia de los consumos realizados en ese lapso. “La sociedad estima que el impacto que tendría una medida cautelar como la mencionada anteriormente sobre los estados financieros al 30 de junio de 2016, ascendería a una pérdida neta adicional de 1.300 millones de pesos”, estimó.