EL PAíS
Otras voces
- Martín Sabbatella, intendente de Morón: “El manejo clientelar de los planes sociales hace que los sectores pobres sean doblemente víctimas. Por un lado, son víctimas de la miseria económica y por otro, de un puntero político que transforma un derecho en una prebenda, condicionando la voluntad de quien recibe lo que el Estado tiene la obligación de garantizar. Nos enorgullece que nuestra comuna sea nuevamente escogida para la puesta en marcha de programas que significan mayor transparencia en el manejo de las políticas públicas”.
- Patricia Bullrich, Unión por Todos: “La implementación de la tarjeta es el primer paso indispensable hacia la creación de una política social que termine con el sistema clientelar. El segundo que debe darse de manera inmediata es respecto al sistema de ingreso y de egreso al programa, el cual debe ser universal y no debe de estar mediado por nadie puesto que ahí radica el principal problema del clientelismo”.
- Hilda “Chiche” Duhalde, diputada justicialista: “El nuevo sistema no acabará con el clientelismo político porque en lugar de ir con un papelito a retirar su dinero, el beneficiario va a ir con la tarjeta y si a la salida del banco hay algún puntero inescrupuloso que lo está esperando para que le dé un pedacito de lo que cobra, eso no se puede modificar”.
- Luis D’Elía, Federación Tierra y Vivienda: “La medida implementada por el Gobierno constituye un gran avance en términos de transparencia y un pequeño avance en términos de distribución del ingreso, ya que si los desocupados pagan con la tarjeta obtendrán la devolución de 15 puntos del IVA. Además, termina con situaciones anómalas que existían mes a mes y que hacían que a mucha gente le robaran sus ingresos”.
- Juan Cruz Dafunccio, MTD Aníbal Verón: “El concepto de bancarizar a los pobres es antipopular porque afecta al comercio de barrio, que es el que fía y no está en la red para el descuento del IVA. Otro problema es la cantidad de cajeros que existen en cada municipio. En Florencio Varela, por ejemplo, sólo hay tres cajeros para 60 mil desocupados”.
- Carlos Alderete, Corriente Clasista y Combativa (CCC): “Si bien con esta medida se revirtió positivamente la anterior situación en la que sólo podían comprarse alimentos en determinados locales y no obtener el efectivo, el clientelismo no terminará con esto, ya que muchos desocupados son analfabetos y tendrán que darle su código a otra persona”.