EL PAíS
Pese a que anunciaron un acuerdo, siguen los forcejeos por el gasoil
Repsol y Petrobras le prometieron al Gobierno que no aumentarían el gasoil, pero tampoco ofrecerán más combustible para atender a quienes no quieran pagar el precio de Shell y Esso. En muchas provincias falta combustible.
El acuerdo entre el Gobierno y las petroleras para evitar la suba de combustibles, que dejó como saldo un precio más bajo en el gasoil provisto por las extractivas, Repsol YPF y Petrobras, que el de las sólo destiladoras, como Shell y Esso, no parece haber sido un punto final para la puja alcista. De acuerdo con lo denunciado por todos los sectores que componen la demanda del combustible –transportistas, agropecuarios y estacioneros–, continúa el faltante de gasoil en las principales zonas del país. El Gobierno negó que existan restricciones y dijo que, “a un precio u otro”, el gasoil se conseguirá.
Fuentes de la Secretaría de Energía consultadas por este diario dijeron “tener la palabra” de las petroleras de que no habrá restricciones en la provisión de gasoil. Las mal llamadas “productoras”, las extractivas Repsol YPF y Petrobras, le dijeron al Gobierno que no reducirán su oferta, pero tampoco la aumentarán. Esto significa que no proveerán la diferencia necesaria para absorber la demanda de quienes no quieran pagar el precio más alto de Shell y Esso. La lógica es previsible. Si aumenta la demanda pero no la oferta, y el precio permanece fijo, el resultado “lógico” es la restricción. De allí que desde la Secretaría de Energía sostengan que el combustible se conseguirá “a un precio u otro”. Por lo pronto el resultado son denuncias de que el combustible falta.
El presidente de la Confederación Argentina de Transporte Automotor de Cargas (Catac), Rubén Agugliaro, denunció el faltante de gasoil en estaciones de servicios de las principales provincias del país. “En todos lados pasa lo mismo: falta gasoil. Es el mismo juego que hicieron las petroleras en los ‘80, cuando hubo faltante de combustible, pero luego, tras aumentar los precios, apareció automáticamente”, reseñó. “En las últimas horas hemos recibido denuncias de transportistas de cargas en Córdoba, Corrientes y Tucumán, y también el sur patagónico”, pero “los casos se producen principalmente en la provincia de Buenos Aires”, consignó. Para el directivo de Catac “esto es una pulseada” del sector petrolero en el que “el Estado tiene que intervenir” para normalizar la provisión en todas las estaciones de servicio del país.
Luis Bigatti, de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Formosa, precisó que el problema “es grave” y describió la situación detallando que, en su caso, “hace cinco días” que no tiene gasoil para vender a sus clientes. El empresario detalló que en el interior provincial “la situación es peor”, ya que los que sembraron algodón deben destruir sus rastrojos para evitar la difusión de una plaga del cultivo, pero “no tienen el combustible que necesitan”. “Otros no pueden comenzar a preparar los campos para sembrar y muchos ganaderos no pueden mover su hacienda de los campos por el faltante de gasoil”, ilustró.
Jorge Fernández, vicepresidente de CNTA, que agrupa a los empresarios del transportes de cargas, informó que “la entidad recibió en los últimos días muchas denuncias por la no entrega o racionamiento de gasoil. La última fue presentada desde la localidad bonaerense de Olavarría”, detalló.
El directivo de CNTA afirmó que “desde el miércoles hubo problemas en la comercialización en Santa Fe, Córdoba y otras provincias”. “Nos han comunicado que las petroleras tuvieron inconvenientes, los que ya estarían subsanados y que no va a faltar. Por tanto, queremos ser prudentes. Habrá que ver qué sucede el lunes (por hoy) y el martes para tener una visión más amplia de la situación”, previno. “De no obtener una solución por parte de las petroleras, veremos qué medidas tomamos”, completó.
La voz oficial del Gobierno en la materia fue la del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien el pasado viernes atribuyó los problemas de abastecimiento a “algún acto de picardía” de las destilerías y estaciones de servicios que reclaman un mayor precio de venta. El dato notable, en todo caso, fue que los primeros en reconocer la escasez, aunque “en casos puntuales y sin revestir gravedad”, fueron los representantes de las destiladoras que quedaron con el precio más alto.