EL PAíS
Otras voces
- Aníbal Fernández, ministro del Interior: “No puede haber crisis de ninguna característica tras el alejamiento de Beliz. Este país se estaba acostumbrando a que los presidentes fueran pusilánimes que no tomaban decisiones de fondo. Fueron las propias expresiones de Beliz las que hicieron definir al Presidente su reemplazo y el de todo su equipo”.
- Jorge Argüello, diputado justicialista: “Estoy satisfecho por las nuevas designaciones al frente del Ministerio de Justicia. No hay dudas de que Alberto Iribarne está absolutamente capacitado para desempeñarse en este cargo. Su experiencia ya probada al frente de la Secretaría de Seguridad lo confirma como el hombre adecuado para el cargo. Tendrá todo nuestro apoyo ya que cuenta con la templanza necesaria de hacer cumplir la ley sin caer en la tentación facilista de criminalizar la protesta social”.
- Leopoldo Moreau, UCR: “Tengo en lo personal el más alto concepto por los funcionarios designados en el Ministerio de Justicia y la Secretaría de Seguridad, pero lo que importa es saber la política que se va a seguir en esta materia, los que va más allá de las calidades individuales de quienes tienen que ejecutarla. Es necesario que se despeje la confusión que se viene manifestando en esta área y que además, en lo que se refiere a la seguridad individual, se busque consensuar una política. En cuanto a la cuestión de la violencia que puede derivar de los conflictos sociales, pareciera que un camino es el que se transitó con el operativo de prevención que se puso en marcha en la Legislatura la semana pasada”.
- Ricardo López Murphy, titular de Recrear: “Un gobierno no puede negarse a cumplir la obligación de asegurar la integridad, la libre circulación y los derechos de sus ciudadanos, ni descalificar permanentemente a la policía. En el país hay una debilidad institucional general, principalmente en el tema de la violencia callejera, que ha vuelto disfuncional la expresión legislativa. Como ejemplo de esta situación tuvimos la interrupción de las sesiones legislativas en la ciudad de Buenos Aires mediante amenazas, patotas y vandalismo”.
- Roy Cortina, legislador porteño del socialismo: “En el socialismo estamos seguros de que Alfredo Bravo hubiera estado muy contento con el alejamiento de Gustavo Beliz, porque sabemos cuánto lo enojó su designación, realizada en vísperas de su fallecimiento. En cuanto a los nuevos funcionarios, habrá que ver qué direccionalidad siguen. Si seguimos con una política en la que la agenda es impuesta por algunos medios de comunicación que quieren forzar una política de dureza y gatillo fácil, cualquier cambio va a ser infructuoso. Ahora, si se impulsan operativos preventivos en los que no se utilice la represión, bienvenido”.
- Vilma Ripoll, legisladora porteña MST-Izquierda Unida: “En relación a la ida de Beliz hay dos aspectos. Por un lado, el Gobierno lo echa para lavarse la cara luego de los hechos violentos de la Legislatura. Por el otro, Beliz sabía desde hace una semana que había sido un grupo aislado el que montó la provocación, pero se calló la boca y sólo habló cuando estuvo en riesgo su puesto. De las nuevas asignaciones no se puede esperar nada positivo porque van a tener que responder a una política nacional que ya decidió no dar solución a los pedidos sociales. Con todo esto, Kirchner está buscando apoyo para poder profundizar la mano dura. Al no dar respuesta a lo social, la decisión es reprimir”.
- Hebe de Bonafini, Asociación Madres de Plaza de Mayo: “Estoy conforme con el relevamiento de Gustavo Beliz. Las Madres de Plaza de Mayo fuimos las primeras en advertirle al Presidente sobre su nombramiento. Beliz era un hombre del menemismo y cuando manifestó que quería hablar conmigo me negué porque dije que tenía olor a Menem. Vamos a ver cómo son los que vienen”.
- Héctor Polino, diputado socialista: “Los desplazamientos de Beliz y Norberto Quantín ponen fin a una etapa de gestión en materia de seguridad, pero no resuelven por sí solos el problema de fondo de la violencia en la Argentina que sigue abierto y es tan preocupante como antes de los dos relevos. Porque la violencia comienza con la injusta distribución del ingreso y los altísimos índices de desocupación. Como consecuencia, continúa con acciones desbordadas como las acontecidas en la Legislatura porteña que merecen el rechazo general y la aplicación de la ley”.
- Rodolfo Terragno, senador radical: “Los cambios en el gabinete no significan nada. No habrá cambios de políticas sino, al contrario, continuidad. Esto es como el ejército de la ópera Aída: salen por la derecha, entran por la izquierda, pero son siempre los mismos. Beliz fue ministro del Interior de Menem; Iribarne fue viceministro del Interior de Menem. Es el pasado que vuelve”.
- Patricia Bullrich, titular de Unión por Todos: “La tozudez del presidente Néstor Kirchner llevó al país a picos de violencia que ahora quiere esconder tras una supuesta desobediencia de órdenes que nunca dio. El jefe de Estado cambia al equipo de Seguridad para no reconocer el fracaso de su política de seguridad. Debería reconocer la necesidad de cambiar en vez de querer sintetizar las culpas en un equipo que sólo actuaba por obediencia debida. Kirchner es un presidente que mira y señala culpables en vez de asumir su propia responsabilidad que deriva de su permanente búsqueda de construcción de hechos que nacen y mueren en la pantalla, en lo mediático”.