EL PAíS › EL CASO DEL JOVEN QUE MATO PORQUE SE BURLABAN DE EL
La venganza de “Pantriste”
La masacre de la escuela Malvinas Argentinas tiene como trágico símil al del joven de 19 años que, harto de que sus compañeros lo llamaran “Pantriste”, disparó sobre dos de ellos y provocó la muerte de uno. El hecho sucedió el 4 de agosto de 2000 en la puerta de la Escuela de Educación Media Nº 9 de San José, un barrio pobre de la localidad bonaerense de Rafael Calzada, en Almirante Brown. Allí, Javier Romero esperó al resto de los chicos con un arma que su madre guardaba en la casa y, cuando éstos llegaron, desató la tragedia.
“Me voy a hacer respetar”, había advertido antes de disparar en medio de un grupo de 13 adolescentes. El comparativo con “Pantriste”, el personaje de dibujos animados que tiene una figura flaca, retraída y solitaria, le pesaba y lo saturó de tal manera que decidió mostrar su costado menos indeciso. Cuando la policía lo apresó, los vecinos quisieron lincharlo en la entrada de la comisaría. El joven fue juzgado por el Tribunal Oral Nº 6 de Lomas de Zamora, que lo absolvió por considerarlo inimputable.
El fallo argumentó que el adolescente tenía una personalidad esquizoide y que en el momento de la tragedia había sufrido un “episodio psicótico breve” en el que manifestó su ira.
En sintonía con ese caso, la de Rafael S., en Carmen de Patagones, también se trata de una personalidad introvertida, según contaron familiares y docentes de la escuela.
El de “Pantriste” y el de “Junior” no son los únicos casos de asesinatos en escuelas. El otro antecedente había sido protagonizado por un chico de 15 años de Olavarría, que mató a Maritza Prezzoli, su maestra del 9º año de Enseñanza General Básica (EGB). El crimen sucedió en el Colegio San Antonio, de esa ciudad, el 12 de diciembre de 2000. Por ser menor de edad, el joven quedó sobreseído pero fue alojado en un instituto de menores de Tandil.