EL PAíS
Minuta
Esta se puede dar grande. Se rió de los periodistas cuando dijo que lo que había hablado con Kirchner era “secreto”. Se rió del propio K cuando dijo que “no sabía nada de música” porque –agregó– “si no, no sería presidente”. Se rió de sí mismo cuando dijo que arrancaría el recital en La Rosada con La felicidad y Color esperanza. Pero de lo que más se rió Charly García fue del divismo del rock argentino. Es que apenas terminó el show, se dirigió al Salón Norte de la Casa de Gobierno, acompañado del vocero presidencial, Miguel Núñez, y se despachó una regia milanesa con puré.