Previsibilidad y garantía de abastecimiento. Estos dos puntos resultaron el eje del breve encuentro que mantuvieron ayer los presidentes de Chile y Argentina. Michelle Bachelet no escuchó nada diferente de lo que anteriormente había comunicado el ministro de Planificación, Julio De Vido, a su par chilena, Karen Poniachik, pero necesitaba recibirlo directamente de boca del primer mandatario. El saldo del encuentro, según describieron fuentes de la delegación argentina que participó de esta Cumbre, fue positivo y conformó a la jefa de gobierno trasandina: Argentina comprometió el abastecimiento de gas natural para el consumo residencial por el tiempo que le lleve reconvertir su matriz energética, aunque a un precio más elevado que el actual.

Luego de un primer tramo del encuentro a solas, Néstor Kirchner pidió el ingreso de Julio De Vido para ofrecerle a su colega chilena todos los detalles del acuerdo de abastecimiento de gas firmado recientemente con Bolivia. El reconocimiento de un mayor precio al fluido que viene desde ese país fue el disparador de la decisión de aumentar las retenciones a las exportaciones de gas. “Lo más importante era aclarar las cosas, y para eso era necesario que Chile estuviera al tanto de todas las precisiones de la operación con Chile”, señaló una fuente del gobierno.

La aplicación de retenciones adicionales a las exportaciones elevará el precio que paga Chile por el gas a casi el doble. Sin embargo, esto no necesariamente impactará sobre el precio que pagan los consumidores en el país vecino, ya que la enorme brecha entre el valor de importación para Chile y el de venta a los usuarios residentes permitiría absorber la diferencia o por lo menos atenuarla sustancialmente.

Aunque los contratos de compra que tiene Chile son todos con petroleras privadas que operan en Argentina, el gobierno de este país tiene la facultad de limitar el bombeo de gas en función de las necesidades de abastecimiento del mercado interno. De todos modos, el compromiso oficial es que el recorte no llegará a afectar los volúmenes necesarios para cubrir el consumo residencial chileno. De Vido confirmó que el lunes próximo Argentina notificará a Chile sobre la magnitud de las retenciones. El gobierno argentino también ratificó ante Bachelet la aplicación de precios diferenciales para la venta de combustibles a vehículos con patente extranjera en zonas de frontera. “No hay ninguna revisión de la medida”, aseguró el ministro de Planificación al término del encuentro. “No tenemos por qué cambiarla, la Secretaría de Energía está autorizada a tomar disposiciones con racionalidad”, explicó. De Vido indicó que se le explicó al gobierno chileno que “la idea es aplicar el precio diferencial en aquellos puntos sensibles donde se producen esas migraciones indeseadas de gasoil, que es el que después falta en el mercado interno”.