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Felipe Solá consideró que el jefe del operativo policial que culminó con la muerte de dos jóvenes el miércoles en las inmediaciones de la estación Avellaneda de trenes, Alfredo Franchiotti, es “un psicópata y un asesino”.
Para el gobernador bonaerense, el comisario inspector “hizo una actuación en la vereda mostrándose como enfermero e individuo solidario”, al hacer referencia a la supuesta atención que pretendía prestarle al piquetero Darío Santillán, a quien presuntamente asesinó.
En esos incidentes, que comenzaron en el Puente Pueyrredón, que une la Capital Federal con el partido de Avellaneda, y finalizaron dentro de la estación de trenes, murieron Santillán y Maximiliano Kosteki.
En sus duras acusaciones a Franchiotti, Solá consideró que dentro de la estructura de la Policía Bonaerense existen “dos clases de policías: los que son policías y los que son asesinos”, y agregó que “algunos creen que para ser líderes tienen que ser asesinos”.
Para Solá, “toda esta historia da lugar para pensar en lo que puede haber tenido que sufrir un fiscal, sobre todo en temas que no fueron de orden público, si el que le revela datos es la policía, sobre todo dirigida por un matón”.
Con respecto a la actuación policial de ahora en más, el gobernador se comprometió a “tener un enorme control, de arriba para abajo, de los operativos en el mismo territorio en el que se llevan a cabo”.