EL PAíS
“Fueron actos aberrantes”
“Lo que se vio el miércoles son actos aberrantes que no se habían visto antes”, declaró ayer el secretario de Seguridad, Juan José Alvarez, en el programa “Punto.doc”. El funcionario intentó relativizar durante la entrevista que el Gobierno haya cambiado sus posturas sobre la represión a la manifestación piquetera. “En la conferencia de prensa que di el miércoles a la noche yo dije que no se podían descartar hipótesis porque para hacer eso se necesitaba tener certezas que todavía no teníamos”, declaró. También resaltó que “hay una parte de la sociedad que, ante la crisis, pide mano dura” y que en el futuro, su gestión piensa poner acento en la prevención. “Sigo creyendo que una fuerte prevención nos evita dolores de cabeza, que una fuerza disciplinada nos ahorra dolores también, y que la cuestión social no se resuelve con balas de goma”, agregó. Por último, ante los testimonios que acusan a la Prefectura de disparar balas de plomo a los piqueteros, Alvarez volvió a declarar que “no podemos descartar ninguna hipótesis”.
Por su parte, el subsecretario de Seguridad Interior, Carlos Vila, aseguró ayer que detrás de los grupos de piqueteros operan “sectores de ultraizquierda” que buscan cuestionar la vigencia del orden democrático. “Hay sectores de ultraizquierda que están interesados en convencer a la gente, y sobre todo a los sectores más vulnerables, de que la democracia es incompatible con la justicia social y con una política social alternativa”, manifestó el funcionario en declaraciones a radio América. Según la interpretación de Vila, la intención de esos grupos coincide con otros “sectores autoritarios de derecha” y “las dos posiciones apuntan a generar condiciones para mano dura, para instalar regímenes neofascistas que siempre van en beneficio de sectores muy minoritarios que les pasan las facturas a los que se dejaron engolosinar con estos cantos de sirenas”. Por último, el funcionario advirtió que los referentes del movimiento piquetero “se resisten a hablar con nosotros”, aunque “insisten en hablar con autoridades nacionales asistenciales”.