EL PAíS › CARRIO, LOZANO Y PONT EN EL DEBATE “TRAS EL DILUVIO NEOLIBERAL”

Sobre modelos, crisis y oportunidad

“Hay un modelo de autogestión y de nuevas instituciones económicas que se proyecta en las distintas actividades de la gente. Ir de las prácticas a la utopía que, a su vez, se hace posible por las mismas prácticas, es lo interesante de estos foros y todas las nuevas formas de organización”. La frase la dijo Elisa Carrió a Página/12 antes de entrar al aula magna de la Facultad de Medicina a participar de una actividad del Foro Social Mundial en la Argentina. El debate que se llevó a cabo bajo el título de “Tras el diluvio neoliberal” reunió ayer a la tarde a la líder del ARI, al ex intendente de Porto Alegre Raúl Pont y a Claudio Lozano, economista de la CTA, ante un público apretujado que desbordaba la sala y las expectativas.
Pont es dirigente del Partido de los Trabajadores de Brasil y entre 1997 y 2000 fue intendente de Porto Alegre, la ciudad que vio nacer a este foro. Los tres panelistas entraron al círculo más chico del gran anfiteatro con un aplauso aturdidor. Entre el público, escuchaban Laura Bonaparte, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Marta Maffei, de la Ctera, y las diputadas del ARI Graciela Ocaña y Marcela Bordenave.
El primero en hablar fue Lozano. “El colapso de los modelos neoliberales en América latina debilitaron el patrón productivo y aumentaron el endeudamiento. Cuando se les quita el financiamiento externo, los países colapsan”, sintetizó Lozano, en una definición económica que arrancó aplausos del público, como si fueran consignas políticas. Por supuesto, el economista de la CTA no se olvidó de mencionar a sus enemigos. “Las crisis traen oportunidades, pero también hay amenazas como el populismo de derecha que encarna Adolfo Rodríguez Saá,” dijo entre los chiflidos de la gente. Y si por si quedaban dudas sobre la postura política de este miembro del panel, Lozano concluyó su exposición al aclarar que rechaza “los condicionamientos del FMI y la imposición del ALCA”.
Luego llegó el turno del dirigente petista. “Estamos en campaña para que Lula sea presidente”, fue lo primero que dijo Pont, arrancando una de las ovaciones más intensas de la tarde, escena que se repitió cada vez que cualquiera de los panelistas mencionaba el nombre del candidato brasileño. “El crédito de 30 mil millones de dólares a Brasil fue presentado como un gran negocio, pero nosotros no vamos a ver ni el color, es todo para pagar la deuda”, sentenció Pont. La ironía y las bromas fueron el recurso que supo explotar este orador brasilero que ayer habló en buen castellano. “Ahora resulta que Ciro Gomes, el candidato neoliberal travestido en popular y progresista, no quiere hablar del pasado sino del futuro, y dice que llegó el momento de solucionar los problemas sociales y de los trabajadores”, señaló y el público se hizo su cómplice con risas.
“Los neoliberales pueden ser todo, pero no consiguen ser democráticos”, dijo con sorna y agregó que “sin movilización y participación, las fuerzas de izquierda no podemos crecer”. Pont expuso como un profesor de ciencia política, pero también como quien conoce el camino andado. Porto Alegre es la primera ciudad en Brasil en llevar adelante el proyecto de presupuesto participativo que el PT luego impulsó en otras 500 ciudades. “Hay que combinar la riqueza que da la pluralidad y diversidad de los movimientos sociales incorporados al PT, para hacernos una izquierda democrática y tolerante”. Sin embargo, entre los aplausos de los concurrentes, Pont hizo una advertencia: “Por más importancia que tengan los movimientos sociales para la lucha, como el de los Sin Tierra, de género o de orientación sexual, es necesaria la organización de un partido político para tener un mínimo de cohesión en el gobierno, hacer transformación y atender los problemas materiales de los pobres y asalariados”.
Lilita fue la última en hablar en esta actividad organizada por el Polo Socialista Democracia Avanzada, incorporado al ARI. “A diferencia del PT de Brasil, nosotros no podemos procesar los cambios en continuidad sino con rupturas, y por eso sufrimos tanto”, empezó. “El juego del régimen es advertirnos que no vamos a poder. Entonces el problema no es el régimen sino nosotros. Tenemos la creencia de que no se puede contra el aparato, no se puede contra los medios, no se puede contra las estructuras. Pues bien, así no se puede”, dijo y se ganó una ovación. “Debemos construir unidad en la diferencia. La peor imposibilidad es la pelea por el lugar, ponernos a marcar las diferencias y no priorizar lo que nos une. Ahora el gran desafío es ponernos todos últimos”, concluyó.
Cuando ya todos estaban enfilando para la salida, desde las tribunas semicirculares los concurrentes gritaban una consigna que el moderador del evento, Jorge Markarz, reprodujo por el micrófono: “¡No se olviden de la marcha del viernes!”, en la que el ARI, Autodeterminación y Libertad y la CTA se van a movilizar por la caducidad de los mandatos y el “que se vayan todos”.
Informe: Gimena Fuertes.

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