ESPECTáCULOS
“Disney no necesita de violencia para vender más”
Todos los dibujos de la compañía pasan por las manos de José Quartieri, que explica en qué consiste el “aggiornamiento” de Disney.
Por Emanuel Respighi
Las vidas del ratón Mickey, el pato Donald o Pluto son conocidas en el mundo entero. Sin embargo, pocos saben que las historias de esos dibujos con los que se criaron varias generaciones están ligadas a las manos de un dibujante argentino. José Quartieri es la única persona autorizada para supervisar los dibujos de Disney en América latina. Todo lo que se publique, ya sea en formato gráfico como televisivo, pasa por él. El cargo no es arbitrario: Quartieri dibuja a todos los personajes de la compañía del viejo Walt. “Aunque cada personaje tiene su ternura, mi preferido es Peter Pan. Soy fanático de sus aventuras”, confiesa a Página/12 Quartieri, que actualmente conduce el segmento “Lápiz mágico” en la programación de Disney Channel.
La carrera profesional de Quartieri comenzó a principios de los ‘70, cuando se incorporó al equipo de Dante Quinterno para hacer las revistas Patoruzú, Isidoro Cañones y Patoruzito. “Hasta que vino Martínez de Hoz y la especulación financiera. Nos echaron a todos: convenía más reproducir material viejo que hacer nuevo”, se lamenta. Con la democracia, Quartieri hizo trabajos específicos para algunos estudios estadounidenses, como “La Bella y la Bestia”, “Los Pitufos” y “Los Picapiedras”, por nombrar sólo a algunos. Ese trabajo independiente duró hasta mediados de los ‘90, cuando Disney instaló en la Argentina la sede para toda la región. “Así me convertí en el responsable de cuidar la imagen de Disney. Tengo a mi cargo el cuidado de los cánones, los colores, los diseños nuevos y el uso que pueden tener los personajes de acuerdo con su psicología. Porque el uso de los personajes de Disney no es libre”, subraya.
–¿Cuáles son los límites a la hora de dibujar los personajes?
–Si hay un licenciatario que necesita una nueva pose de alguno de los personajes, el diseño lo hago yo de acuerdo con el estilo Disney. Hay políticas de la compañía que no pueden flexibilizarse: ninguno de los personajes de Disney puede aparecer vendiendo el producto o con el producto en la mano. Aunque sí puede ilustrar el producto. Tampoco poner diseños viejos, a no ser que sean cosas especiales.
–Sin embargo, la irrupción del animé asiático modificó también el target al que apunta Disney...
–Sí, soplan vientos de cambio en Disney. El primer paso fue que la empresa autorizó a mezclar los personajes tradicionales –Mickey, Donald, Duffy– con los de películas, producto de una renovación lógica y de la alta competencia existente. Desde hace unos años, la compañía está pensando en capturar a un público más adolescente. De hecho, las últimas películas, como El planeta del tesoro o Atlantis, apuntan a ese público, al igual que Disney Channel y Radio Disney.
–¿Será el primer paso para la renovación de los personajes de la empresa?
–No, no creo. Al contrario: creo que Disney debería insistir en los personajes tradicionales, cargados de sensibilidad. Disney debe volver a los animalitos, que además de atraer al público vendieron millones de dólares. Si bien El planeta del tesoro es muy buena tecnológicamente, ni la historia ni los personajes fascinan al público. Es como que le faltó algo, eso que sí tienen los clásicos de Disney: ese particular aura mágico. Pero los clásicos tienen que continuar porque no pasan de moda.
–¿La feroz competencia puede modificar la línea editorial de Disney? –Disney tiene un público cautivo muy fuerte que no debe perder. La diferencia entre un producto de Disney y el de otra marca se tiene que profundizar. Cuando los padres sintonizan Disney Channel, saben que se van a encontrar con productos que no son agresivos, con entretenimiento seguro. En Disney nunca se va a ver violencia, sangre, golpes. Pese a la tendencia, los dibujos y las películas de Disney no necesitan de la violencia para vender.