ESPECTáCULOS
Una cumbre del teatro global, en los mejores escenarios porteños
La IV edición del Festival Internacional de Buenos Aires reunirá en septiembre más de 80 producciones, entre nacionales e internacionales, en las disciplinas de teatro, danza, música y artes visuales.
Por Cecilia Hopkins
“El Festival Internacional de Buenos Aires ya es una marca irreversible de la ciudad”, señaló el secretario de Cultura de la ciudad, Jorge Telerman, comentando la programación de la cuarta edición, entre el 9 y el 28 de septiembre próximos. Flanqueada por el dramaturgo Mauricio Kartun y por el director Daniel Veronese, miembros del comité de selección artística, Graciela Casabé, directora del evento que se realiza cada dos años, puntualizó que “a pesar de las dificultades, de todo lo ocurrido durante este año y medio que ha pasado, fue posible realizar este festival que hace foco en los valores del intercambio y el desarrollo cultural”.
En esta oportunidad se presentarán más de 80 producciones, entre nacionales e internacionales, en las disciplinas teatro, danza, música y artes visuales. El costo de las entradas oscilará entre los 8 y 18 pesos. Con la idea de evitar la lectura del listado de grupos y obras, un video con fragmentos de las piezas extranjeras participantes sirvió de anticipo. Después llegó la aclaración: “Son todos espectáculos de pequeña y mediana escala, seleccionados no por una cuestión de falta de presupuesto sino por un criterio estético”. De Alemania volverá el Berliner Ensemble, esta vez con Artaud recuerda a Hitler y el Romanische Café, con dirección de Tom Peuckert, además de las coreografías D’Avant (de Garaio Esnaola-Dunberry-Cherkaoaoui-Jalet) y My Dearest, My Fairest..., creación de Joanna Dudley y Garaio Esnaola.
Representando a Francia, la actriz argentina Marilú Marini estrenará ¡Oh, los días felices!, de Samuel Beckett, dirigida por Arthur Nauzyciel, y el Théatre des Buffes du Nord presentará La muerte de Krishna, con dirección de Peter Brook (un extracto de su renombrado espectáculo Mahabharata, de varias horas de duración). De España vendrán dos producciones: Bésame el cactus, coreografía de Sol Picó y del grupo La Zaranda; Ni sombra de lo que fuimos, de Eusebio Calonge y dirección de Paco de La Zaranda; en tanto que Brasil estará representado por El hombre de los cocodrilos, ópera de Arrigo Bernabé; y Colombia, por Mosca, obra inspirada en Tito Andrónico, de Shakespeare. Además de un espectáculo canadiense aún a confirmar, la programación incluirá a Suiza con La cinta de Moebius, coreografía de Gilles Jobin; y a Túnez, con Junun (Demencias), de Jalila Lacar y dirección de Fadhel Jalbi.
A las actividades especiales que acompañan al festival (workshops, presentaciones de libros y conferencias) se agregaron novedades, como la incorporación de géneros no contemplados en las ediciones anteriores, como el unipersonal o “teatro de valija”, como lo llamó Kartun, las muestras de talleres actorales y el concert-varieté, “un género de larga tradición, casi una disciplina dentro del teatro joven desde los ‘80”.
En el marco de Tintas frescas, proyecto que se propone difundir el teatro contemporáneo francés en co-realización con países latinoamericanos, se presentará Un animal de dos lenguas, con textos de Alejandro Urdapilleta y Jacques Rebotier, con la participación de Marilú Marini y Enrique Pinti. Por el Programa de Intercambio de Autores Teatrales, dos obras subirán a escena con actores argentinos y directores del Reino Unido, en la modalidad de teatro semimontado: Cuchillos en gallinas, de David Harrower y dirección de Paul Miller; y Gagarin Way, de Gregory Burke, con dirección de John Tiffany. En una realización junto con la Secretaría Municipal de Cultura de San Pablo, se concretará Noches brasileñas en Buenos Aires, un proyecto centrado en la música del país vecino, desde las experiencias vanguardistas de Arrigo Bernabé hasta los rescates modernos del folklore que caracterizan la obra de Consuelo de Paula. En cuanto al espectáculo especialmente producido para estefestival, los organizadores explicaron que deseaban incorporar a la programación un montaje “que diera cuenta de la especial situación de crisis que atravesamos en toda su diversidad: desde la económica o política hasta la moral o cultural”. Así, Yo manifiesto será estructurado en base a los tres monólogos que escribieron para la ocasión Ricardo Monti, Roberto Cossa y Eduardo Pavlovsky, bajo la dirección de Mónica Viñao, Jorge Suárez y el propio Pavlovsky.
Además de integrar la programación del festival, la actriz Marilú Marini se abocará durante su estadía en Buenos Aires a realizar una labor periodística: entrevistará a directores, dramaturgos y actores, con la idea de reflejar la respuesta de los teatristas locales frente a la situación nacional. “Me siento muy conmovida por el coraje de los artistas argentinos ante la crisis, especialmente a partir de diciembre de 2001 -dijo la actriz a Página/12–, porque creo que fueron ellos quienes abrieron un espacio de identidad en los momentos en que la gente descreyó de sus dirigentes.” Con la idea de “difundir en Francia la obra de tantos artistas argentinos que tuvieron un papel activo de resistencia cuando en el exterior no había más que noticias de catástrofe y bancarrota”, Marini estructurará cinco programas de una hora de duración que serán emitidos en agosto por Transculture (el equivalente de Radio Nacional) junto con música argentina: “Tango, por supuesto, pero también rock nacional, obras de Carlos Paz y de Alberto Ginastera”.