ESPECTáCULOS
“TVR es el noticiero para todos los que no quieren mirar la tele”
Claudio Morgado y Fabián Gianola empiezan una nueva temporada del ciclo de América. Dicen que si vivieran en Finlandia harían un programa cada seis años, pero aquí “siempre pasan cosas increíbles”.
Por Emanuel Respighi
A pesar de las cinco temporadas que llevan al frente de Televisión registrada, Claudio Morgado y Fabián Gianola admiten que nunca dejaron de sorprenderse por lo que ocurre en la realidad argentina y, especialmente, en la televisión nacional. “Es un lugar en el que cualquier cosa puede pasar en cualquier momento”, apunta Morgado. Ellos son conscientes de que buena parte de su éxito descansa en una realidad que se combina con los engaños, contradicciones e intereses económicos e ideológicos que rigen la voz de algunos canales, programas y periodistas de la televisión vernácula. “Gracias a Dios vivimos en la Argentina. Estoy seguro de que en un país como Suiza no tendríamos tanto material”, admite Gianola en la entrevista con Página/12. “En Finlandia, por ejemplo, haríamos un programa cada seis años”, agrega Morgado. Y dispara, entre risas: “Y encima, no lo entenderían...”. Bromas que, sin embargo, no dejan de encerrar una dosis de verdad.
Desde esta noche, todos los lunes y jueves a las 22, Televisión registrada volverá a poner sus impiadosos ojos sobre la televisión argentina, repasando con ironía su faceta más bizarra y graciosa, pero también desenmascarando oscuros entretelones. La sexta temporada del ciclo producido por PPT, la empresa de Diego Gvirtz, contará con la inclusión de dos nuevos dibujos animados, que se suman a los ya clásicos La escuelita de los famosos y Tino y Gargamuza: La pandilla Pitorretti narrará la cotidianidad de un grupo de ingenuos adolescentes, mientras que La liga de la farándula contará las aventuras de una serie de superhéroes famosos. La primera aventura de La liga de la farándula estará centrada en la figura de “Respirator”, un superhéroe que parodia a un veterano y popular cantante argentino. A su vez, hoy se podrá ver un detallado informe sobre el tratamiento que hicieron los medios de la muerte de Juan Castro y un repaso por todo –lo bueno y lo malo– que dejó la TV del verano, entre otras notas.
Pero más allá de las novedades, los conductores concuerdan en que ninguna temporada ni programa de TVR se repite: la materia prima siempre se renueva. “TVR es un programa que ya está instalado: es el noticiero de la TV argentina”, subraya Morgado. “Y como siempre surge material, nunca pierde vigencia. Esa es la gran diferencia con otros ciclos: el material de TVR se genera naturalmente. Cada programa es diferente al otro y no deja nunca de sorprender, como la realidad argentina, donde pasan cosas increíbles. ¿O cómo se explica que un ex presidente que está siendo investigado por la Justicia por cuentas bancarias por más de 300 millones de dólares haya obtenido el 25 por ciento de los votos en las elecciones presidenciales? Eso pasa solamente acá”, apunta.
–¿Cómo seguir haciendo un programa que mira la TV cuando en la actualidad la mayoría de los ciclos incorporó secciones que realizan su propia mirada sobre el medio?
Fabián Gianola: –Porque la inteligencia creativa de los productores hacen de TVR un ciclo único. Hay muchos programas que tienen informes que miran a la TV, pero la posibilidad narrativa y la capacidad creativa no la tienen todos. Ni qué hablar del archivo de TVR que es el más completo. Al fútbol juegan 20 equipos diferentes, pero al finalizar el campeonato sólo gana uno. Y nosotros hace más de cinco años que estamos en el aire.
Claudio Morgado: –Claro, porque algunos de los programas que buscan la autorreferencia no tienen ni el humor de TVR ni la credibilidad de nuestro programa. TVR tiene una línea editorial muy marcada, con la cual uno puede estar de acuerdo o no, pero que los televidentes conocen. No hay engaño. Es una línea editorial que se mantuvo aún en los tiempos más adversos.
–¿Una línea editorial que hace que los televidentes realicen un entrenamiento catártico viendo TVR?
C. M.: –En primer lugar, creo que buena parte del público que ve TVR lo hace para informarse. Hay mucha gente que no ve televisión y ve TVR para enterarse de lo que pasó. Es un noticiero que pone al día a aquellos queno suelen ver TV. Estoy seguro de que muchos de los que no ven televisión miran TVR como único programa. Y cuando bajamos la línea editorial, algunos harán catarsis y otros no.
–¿Cómo van a tratar el tema político? ¿Casi no hay parodias de Néstor Kirchner en los medios?
C. M.: –No sólo no creo que Kirchner sea un intocable sino que creo que él tampoco quiere ser un intocable. Los intocables fueron los que hicieron que la política se constituyera casi en una mala palabra. Kirchner no representa el verticalismo absoluto. Si hay un cierto apoyo en alguno de nuestros informes, en todo caso será un apoyo crítico. Hay que decir lo que a uno no le guste, pero también apoyar las acciones de gobierno en las que estemos de acuerdo. Creo que ésa es la regla básica periodística que hay que profundizar. Porque la verticalidad que hubo y hay con los políticos de turno hace que cierto sector del periodismo no sea creíble.
F. G.: –Nosotros sentimos que hacemos un programa independiente. Por eso puede que, aun haciendo humor, nosotros seamos mucho más serios periodísticamente que otros ciclos que dicen hacer un periodismo “serio”.
–¿Recibieron llamados de personas que se habían enojado por algunos informes que emitieron en TVR?
F. G.: –Yo no.
C. M.: –Algunos, pero nada grave. Está bueno que eso pase, siempre que sea con respeto. No pretendemos que todo el mundo esté de acuerdo con lo que pensamos. Porque cuando uno dice algo, no significa necesariamente que se opone terminantemente a otra postura. El ejercicio de la democracia tiene que permitir la disidencia. El problema es que hace mucho que hablamos de lograr un normal ejercicio de la democracia y no pasa nada...
–¿TVR pierde autenticidad ante tantos “shows” que algunos programas o conductores montan en TV?
F. G.: –Nosotros somos muy de denunciar ese tipo de shows u operaciones de prensa. Como las que hacía Hadad, por ejemplo. Somos de enmarcar esas situaciones en informes, lo que deja entrever que se trata de operaciones con algún fin, ya ni siquiera ideológico sino económico.
–¿Se sienten los chicos malos de la TV?
C. M.: –No, porque no nos proponemos serlo. Pegar por pegar también puede ser divertido y podría funcionar. Pero nuestro objetivo no es pegarle a la TV. Nosotros mostramos cómo se dan las cosas en el medio televisivo. No es que TVR emite imágenes que no suceden en la tele. Nosotros emitimos cosas que ocurrieron. En muchos casos, la gente va a la tele y se pega sola. La TV es un medio muy importante que exige un cierto grado de responsabilidad. No se puede decir cualquier cosa. Lo que hace el ciclo es “levantar” lo que se dijo e hizo. Si alguno está nervioso por eso, será por un problema de autoconciencia.
F. G.: –Además, los chicos malos son los de CQC. Nosotros ya no somos chicos... (risas).