ESPECTáCULOS › “CARNIVALE”, LA NUEVA SERIE QUE ESTRENA HBO
Historias más que naturales
Por E. R.
Un circo ambulante repleto de seres extraños a los que se suma un joven y misterioso fugitivo en apariencia normal, pero que esconde un oscuro pasado y el don de poder dar vida. Un histriónico reverendo capaz de infligir dolor a través de la palabra y al que sacuden extrañas visiones místicas, que en su manera de ver las cosas no son más que evidencias de la ira de Dios, presagios de un Apocalipsis cercano. Las historias se inician por senderos paralelos y distantes, pero que inevitablemente se cruzarán en algún momento bajo el ala de fenómenos sobrenaturales. Dos historias que, además, se desarrollan en la década del ’30, contando como marco la crisis económica y financiera que por aquellos años conmovió a Estados Unidos, conocida como la Gran Depresión. Esa es la síntesis de Carnivale, la nueva serie que HBO estrena esta noche a las 22.
Misteriosa, mágica y de excelente realización, Carnivale es una serie de 12 capítulos que recrea, en clave de ficción, la última lucha pagana entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad, la fantasía y lo racional. En una suerte de continuación estilística y temática de Twin Peaks –la serie de misterio creada por David Lynch a comienzos de los ’90–, Carnivale despliega una historia en la que las incertidumbres sobrepasan las certezas, contando de a cuentagotas pero sin perder ritmo extraños fenómenos sobrenaturales que tienen lugar en el oeste de EE.UU., al parecer de manera aleatoria.
Centrándose en el peregrinaje de un circo que se dirige hacia la región de la sequía de Estados Unidos, la serie comienza contando la historia de Ben Hawkins, un joven que se queda sin nada luego de la muerte de su madre y de perder su casa a raíz del crac de la Bolsa de Nueva York. Todavía con un grillete en su pierna que evidencia un pasado entre rejas (del que nada se sabe, aunque mucho se intuye), el joven es acogido por la caravana de un circo repleto de personajes freaks, que desde la llegada de Hawkins sienten que algo ha cambiado. Y que algo (muy malo o muy bueno) está por suceder.
Paralelamente, Carnivale narra la vida cristiana del reverendo Justin Crowe, un enigmático evangelista de prédica solemne. A diferencia de Hawkins, que puede otorgar vida y curar heridas, Justin es un heterodoxo predicador que posee alusiones místicas, “señales de Dios”, según dice. De aparentes propósitos cristianos, Justin posee una oscura fuerza que puede provocar el mal a través de sus discursos religiosos. Aunque sólo se intuye por algunos indicios, está claro que tanto Hawkins como Justin se encontrarán en algún momento de la historia, ya sea como aliados o enemigos. ¿De quién o quiénes? Nada se sabe. Como la mayoría de las cuestiones que están por venir en una serie que pese a su espíritu fantástico no abusa de los efectos especiales y fenómenos paranormales que suelen acompañar a otros programas del género. Más bien, la serie prefiere hacer foco en las relaciones humanas que se tejen entre los personajes, ubicándose en un contexto histórico intimista que hace de Carnivale una serie misteriosa y atractiva a los ojos del espectador.