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“Escuchar a Bush dar lecciones sobre responsabilidad fiscal es como escuchar a Tony Soprano hablar de la ley y el orden.” La comparación entre el flamante reelecto presidente de Estados Unidos y el personaje de ficción que protagoniza la serie Los Soprano no salió de la boca de ningún fan del programa. Ni tampoco de un ciudadano común estadounidense en una charla de café. La frase fue pronunciada en medio de uno de los debates previos a las elecciones presidenciales por el mismísimo John Kerry, ante la atónita mirada del texano, dejando entrever no sólo su opinión sobre Bush sino también el lugar que Los Soprano posee en la sociedad estadounidense. Y también fuera de ella, considerando que junto a Los Simpson es una de las series que más fronteras traspasó en el mundo entero, derribando singularidades culturales e idiomáticas. Un fenómeno que aún no detiene su marcha: la quinta temporada de la serie que describe las vicisitudes de la familia mafiosa de Nueva Jersey llega esta noche a los televisores argentinos, a las 22 por HBO, la cadena de TV premium que gratuitamente abre su pantalla este fin de semana a todos los abonados de CableVisión, DirecTV y Supercanal.
Las andanzas de Tony Soprano (interpretado magistralmente por James Gandolfini) volverán a la pantalla chica latinoamericana luego de los 16 meses que pasaron desde el final de la cuarta temporada de la serie estrella del nuevo siglo. La demora en el estreno de la nueva temporada –la penúltima– tuvo una causa económica: al finalizar la temporada anterior, Gandolfini y HBO se demandaron mutuamente por no ponerse de acuerdo con el cachet del actor. Luego de algunas negociaciones, finalmente Gandolfini logró su cometido: que HBO le pague ¡un millón de dólares por capítulo! Una cifra que toma aún más color (y ceros) considerando que la quinta temporada –que en EE.UU. finalizó en junio pasado– tiene una duración de 13 capítulos. La sexta y última temporada comenzará a grabarse a principios del 2005 y contará con 10 episodios, que en la Argentina se podrán ver recién en el 2006.
Creada, escrita y producida por David Chase, la serie que combina con humor negro y diálogos ácidos los tradicionales usos y costumbres de la Cosa Nostra con los problemas existenciales de un capo de la mafia vulnerable, tiene en su haber algunos datos que hablan por sí solos. En sus cinco temporadas, Los Soprano obtuvo 89 nominaciones a los premios Emmy, pero tuvo que esperar hasta la última edición para alzarse con la estatuilla como mejor serie dramática. Sólo en EE.UU., la serie es vista cada domingo por más de 11 millones de espectadores, demostrando que el paso de los años no atenta contra sus altos niveles de audiencia.
Montada en una estructura clásica de la industria audiovisual, las “sagas de familia”, la serie logró trascender por lo atípico de su propuesta: que un mafioso recurra a una psicoanalista para resolver sus problemas cotidianos y tome Prozac para sobrellevar sus infortunios íntimos era toda una novedad al momento de su estreno, en 1999 (la serie vio la luz casi al mismo tiempo en que se estrenó en Estados Unidos el film Analízame, con Billy Crystal y Robert De Niro). La conversión de capo de la mafia villano y frío al héroe romántico del Tony Soprano delineado por Chase fue todo un hallazgo, que se conjuga de maravillas con la imposibilidad del corpulento hombre de resolver de la misma forma sus problemas personales y los correspondientes a la famiglia. Un mix enmarcado en una estética que no por su sobriedad deja de reforzar los nudos de una trama siempre divertida.
La quinta temporada llega a los televidentes argentinos con el envión de los cuatro Emmy obtenidos recientemente y una lluvia de críticas favorables de la prensa norteamericana. “Esta temporada ha sido posiblemente la mejor de Los Soprano desde sus comienzos”, se animó a concluir el New York Post. Por su parte, el Boston Herald dijo que “Los Soprano sintetizan un año brillante. Su sentido del humor está presente como siempre y los pequeños momentos emocionales están tan bien sostenidos como en cada temporada anterior”. En tanto, The Washington Post dio un paso más allá: “Fue una temporada tan rica y sólida para los capítulos de Los Soprano que la temporada final probablemente decepcione al sustancial contingente de seguidores de la serie”.
La temporada que para el público argentino comienza hoy abordará la manera en que las “dos familias” se acomodan al nuevo cuadro de situación, luego de la separación efectiva de Tony Soprano y su esposa Carmela. En el capítulo de esta noche se podrá ver a Tony intentando comenzar una relación amorosa con su ex psicoanalista, Melfi, quien lo rechaza una y otra vez, ya que no comparte los “valores” mafiosos del gangs-
ter. A esta situación se le suma el hecho de que Tony aún no aceptó la separación de Carmela ni admite la independencia que ahora tiene su ex mujer, por lo que no sabe cómo comportarse con ella ni con sus hijos, a quienes aún quiere controlar con sus modales non sanctos. Pero sus problemas no se detienen en su familia sanguínea. Los “negocios” también le darán sus dolores de cabeza, sobre todo a partir de que algunos viejos miembros de la famiglia recuperan su libertad, agregándole una dosis de tensión extra al clan. En fin, una nueva temporada en la que Tony deberá lidiar entre su endeble ser interior y su áspera imagen pública. Dos caras de un ser entrañable.