ESPECTáCULOS › LA RENGA SE PRESENTA EN MONTEVIDEO
Un candombe-rock
La banda de Mataderos, que tiene un público fiel en Uruguay, actuará hoy en el Teatro de Verano del Parque Rodó. Esta vez, por cuestiones cambiarias, no serán muchos los argentinos que cruzarán el charco.
Por Cristian Vitale
No son muchas las ciudades del exterior en las que un grupo de rock, totalmente emparentado con el asfalto porteño y cuya calentura popular sólo es comparable con la del fútbol, pueda tener éxito. Por idiosincrasia y sentimiento, entonces, Montevideo podría ser una de ellas. Cualquiera que haya estado en alguna esquina de la ciudad vieja puede dar cuenta de ello. Esta noche, por si quedan dudas, habrá otra oportunidad para comprobarlo: La Renga, banda de rock chabón, barrial, futbolero, se presentará por tercera vez allí, en el Teatro de Verano del Parque Rodó, y las diferencias con cualquier recital del mismo grupo en Buenos Aires podrían resumirse a un par de detalles: la cantidad de fans montevideanos –calculan meter “sólo” unas 5 mil personas– y el color de los trapos: amarillo por verde, con las mismas rayas negras (Peñarol por Nueva Chicago), violeta por blanco (Defensor por All Boys) o el rojo, blanco y azul de Nacional supliendo al rojiblanco de Huracán. Es decir, distinto fondo para una misma consigna: “La Renga... un sentimiento”.
“Las hinchadas uruguayas son muy parecidas a las argentinas, lo único que varía es el nervio. En Buenos Aires, va todo a mil revoluciones y los uruguayos, en cambio, son un poco más tranquilos, pero también pelan sus banderas, saltan, cantan y bailan todos los temas”, cuenta el todoterreno de la banda, Gabriel Gonçalves. Organizado por un amigo-periodista uruguayo, el recital tendrá condimentos similares a los de cualquier show de la banda. Habrá bengalas, pirotecnia y una escenografía muy parecida a la que presentaron en el último show en Obras. El único matiz distinto estará dado por la iluminación, a cargo de una empresa uruguaya. De lo que se duda es de la presencia de los acérrimos seguidores argentos que acompañan al grupo a todas partes.
En la anterior visita, “La banda del Tetra” y otros grupos menores dieron el presente en el Rodó, en un número no menor a los 250 fans. Sin embargo, este año, con las cosas tres veces más caras y el país en llamas, se especula con que los argentinos no serán mucho más que las 30 personas, entre choferes, sonidistas, plomos y personal de seguridad, que el grupo lleva a todas partes, a no ser que medien algunas entraditas de favor. “No pusimos las entradas en venta acá porque no tiene demasiado sentido. Está muy difícil para que viajen los chicos. De todas maneras, sabemos que algunos van a ir y por eso, lo único que garantizamos es el valor de aquéllas”, informa Gonçalves. La entrada, en Uruguay, cuesta 8 dólares, unos 25 pesos argentinos.
La Renga tocó por primera vez en Uruguay en 1998. Apenas un año antes, en tiempos del disco Despedazado por mil partes, el grupo había visitado México y Estados Unidos. Pero la recepción más caliente fue del otro lado del charco. Aquella vez tocaron en un festival de candombe y rock, organizado por una radio local. Volvieron a ir en 2000, ya con La esquina del Infinito bajo el brazo, y llenaron, casi solos, el Teatro de Verano.
La leyenda Renga en Montevideo se propagó con más fuerza aun el 13 de abril pasado, cuando se proyectó la película Insoportablemente vivo –estrenada en el Cine Lorange en setiembre de 2001– en un anfiteatro al aire libre, al que concurrieron unas 900 personas. La gira de La Renga seguirá el viernes próximo en La Vieja Usina, Córdoba, y de ahí viajarán a la Patagonia para tocar el viernes 24 en el Club Huergo de Comodoro Rivadavia y el domingo 26 en Río Gallegos. Al regreso, en junio, la banda se internará en la vieja y gigante casona de Almagro para concebir su próximo disco.