ESPECTáCULOS › “EL BONAERENSE” SE VERA HOY EN CANNES
Trapero, de estreno
El realizador de “Mundo grúa” presenta en el festival su segundo largometraje, “El bonaerense”, o la historia de cómo la crisis económica empuja a un hombre a terminar trabajando en la policía.
Por María Luz Climent Mascarell *
Desde Cannes
El director argentino Pablo Trapero estrena hoy en la sección oficial (no competitiva) “Un Certain Regard”, del Festival de Cannes, su segundo largometraje, El bonaerense, una historia que, entre otras cosas, es una especie de radiografía de la crisis económica, política y social que atraviesa su país. A la emoción del estreno mundial del film se suman las reuniones y los últimos detalles, cuenta Trapero, mientras su celular no deja de sonar. Después del éxito internacional de Mundo grúa, Trapero narra ahora la historia de un hombre que vive en el interior del país y que, después de un robo, se ve obligado a mudarse a la provincia de Buenos Aires. Allí, para asegurarse un magro salario, entrará a formar parte de la policía local, la “Bonaerense” del título. Recién el domingo, el realizador concluyó el subtitulado al francés y al inglés de su nuevo film, por lo que ayer por fin pudo considerar que está todo listo para cuando hoy a las tres de la tarde, hora local, se pongan en marcha los proyectores.
A diferencia de las grandes producciones, en las que cuando un rodaje se detiene las pérdidas económicas son cuantiosas, el hecho de que el director se viera obligado a parar varias veces la filmación –que inició en noviembre y se extendió hasta marzo– fue positivo. “Lo que en un principio era un problema, a nosotros nos sirvió mucho porque era un tiempo de reflexión durante el proceso de filmación y eso ayuda mucho para organizar y compaginar”, explica Trapero. “Todo ese tiempo fue muy útil para trabajar sobre el material filmado.” El bonaerense llegó a Cannes por el interés expreso del delegado artístico del certamen, Thierry Frémaux, quien tras ver en Buenos Aires lo rodado durante la primera semana en noviembre permaneció en contacto permanente con el realizador.
Trapero es consciente de la importancia de lanzar su película en Cannes, y se considera satisfecho porque su estreno mundial en la ciudad de la Riviera francesa garantiza una llegada a una cantidad de público importante, a una industria y a una prensa amplia, “más allá de lo que resulte de la proyección”.
Tras la repercusión de Mundo grúa, que le valió numerosos premios internacionales, el director, que visita por segunda vez la ciudad de Cannes –la primera fue el año pasado como coproductor de La libertad, de Lisandro Alonso–, asegura que ahora parte de una posición mejor porque sabe que su primera película fue, prácticamente, una consagración. Por ello, asegura, resultó más estimulante trabajar en este proyecto, por las expectativas que ha generado. Protagonizada por el actor de teatro independiente Jorge Román, El bonaerense también retrata el desencanto que vive el país, “esa impotencia ante la realidad que te toca vivir”. “Pero -continúa Trapero– el desencanto no sólo ocurre en Latinoamérica, también lo encontrás en Europa, con gente que supuestamente no tendría tantos problemas para preocuparse. Creo que es parte de la necesidad de encontrar el lugar que cada uno tiene en el lugar donde te toque vivir.”
Trapero, al igual que Adrián Caetano, que en un par de días más también estrena su nuevo trabajo, Un oso rojo, en Cannes, es parte de una generación a la que en Francia se ha denominado “el nuevo cine argentino”, un grupo ecléctico del que también forman parte Martín Rejtman, Lucrecia Martel, Fabián Bielinsky y Lisandro Alonso, entre otros. En su opinión, el hecho de que se pueda mencionar a estos directores indica que existe “un marco de pertenencia, que no quiere decir que todos los directores hagan las mismas películas o que todos nos guiemos por una especie de declaración teórica o de normas estéticas para construir un determinado cine”.
Trapero explica que la expresión Nuevo Cine Argentino define exactamente lo que pasa, que una serie de directores nuevos están contando las historias que les gustan, buscando sus propios medios y sin contar con estructuras de una industria, marcando así una diferencia con el cine quese hacía antes en la Argentina. “Creo que lo que unifica mucho las películas es el estilo de producción. Son películas que, en general, están hechas con equipos pequeños y cada director trata de seguir su intuición para construir su película sin guiarse por las reglas de la industria que marca.” La estadía de Trapero en Cannes este año es también diferente porque viene acompañado de su compañera Martina, la productora de la película, y del acreditado más joven del festival: Mateo, su hijo de dos meses y medio. “Con un hijo todo se vuelve más relativo, desde los problemas hasta los éxitos”, asegura Trapero con una enorme sonrisa de padre orgulloso mientras su bebé duerme plácidamente en su sillita, ajeno a todo lo que conlleva estar en este “templo del cine” que es el Festival de Cannes.
* De la Agencia DPA.