ESPECTáCULOS › PARRALEÑOS, EL GRUPO MAS DIVERTIDO DEL MOMENTO
Aguante la kumbia samurai
El grupo se ha convertido en la sorpresa de la temporada rockera gracias al hit alternativo “Megadeth”, una versión bizarra de “Morrissey”, de Leo García. Usan kimonos y maquillajes a lo Kiss.
Por Pablo Plotkin
La premisa es tan polémica como utilitaria: “Todo éxito rockero, antes fue cumbia”. Los integrantes de los Parraleños intentan explicarlo así: “Todos esos temas de Europe, de Scorpions, les ponés un cencerro y se convierten en cumbia”. Ellos hicieron la prueba y les dio resultado. Sobre todo con “Megadeth”, una relectura del hit “Morrissey”, de Leo García, que hizo que esta banda de sangre japonesa y espíritu tropical se convirtiera en una de las sensaciones del rock periférico de la temporada. Y van por más. A pocos días de haber lanzado su primer disco (el EP Diversión Kamikaze), la contracara heavy –Metaleños– está a punto de soltar su versión de “Suerte”, de Shakira (“contigo, mi vida...”), cruzada con “The Passenger”, de Iggy Pop, y con un fragmento de “Crazy Train”, de Ozzy Osbourne. “Me parece que va a dar que hablar”, calcula Mariano Takara, el cantante.
A esta altura, una pregunta necesaria: ¿qué cuernos es Parraleños? Un octeto integrado por siete miembros de la colectividad nikkei de Buenos Aires que le debe su nombre a una oscura marca de vino en damajuana. La banda surgió a comienzos de los ‘90, al calor de los primeros éxitos de Los Auténticos Decadentes y a la par del acercamiento de la clase media a estrellas de la bailanta como Riki Maravilla y Alcides. “Yo hacía hardcore, era del palo alternativo –cuenta Mariano–. Tenía un grupo que se llamaba R.I.P., pero paralelamente hacíamos música fiestera. Nos llamábamos Pelado Sosa y sus Parraleños, y tocábamos tres o cuatro veces por año. Eraun grupo en joda, cada uno se dedicaba a otro proyecto: Restos Fósiles, Glande, R.I.P., Simbiosis, Tintoreros. Pero cuando había un cumpleaños, nos poníamos las calzas y la peluca. En el ‘98 decidimos grabar un demo y ponerle pilas. Dio la casualidad de que éramos todos de la colectividad, salvo el baterista.”
Entonces los Parraleños, valiéndose de la diferencia fisonómica que siempre los había hecho un poco extranjeros, se pusieron en el lugar de rareza asumida: chinos haciendo cumbia. Tipos de kimono y maquillaje kabuki tocando música tropical. “Lo que pasa es que no vamos por la calle diciendo: ‘Vos tenés cara de italiano. Ah, sos gallego, perdoná...’. La gente se la pasa preguntándonos si somos chinos, coreanos, vietnamitas o japoneses. ‘Soy argentino, hermano. Mis viejos son japoneses, ¿qué querés?’. Pero ya no me molesta. Si me tuviera que pelear con cada persona que spregunta...” Y si bien los Parraleños se criaron leyendo mucho más Isidoro Cañones que manga, aprovecharon sin complejos el paso del “tren de la moda japonesa” por Occidente. “Tenemos algunas cosas de la cultura japonesa tradicional, pero nuestros viejos, para que no fuéramos discriminados, nos mandaron a catecismo. Tomé mi primera comunión, me casé por iglesia –repasa Mariano–. Pero en casa teníamos el incienso, el Día del Muerto, el Buda, y las costumbres se trasladan de generación en generación. Pero, a la hora de pedir, invoco a Jesús.”
“Megadeth” es el primer éxito de kumbia samurai. El tema, que convierte una página pop de triángulo amoroso bisexual en una declaración de principios metalera, ya es un pequeño éxito del ¿rock? nacional. “Todavía no caemos”, reconoce Mariano. ¿Y cómo le cayó a Leo García, coautor de la canción original? “Fui a la casa para pedirle permiso y todo bien. ‘Sí, ya escuché el tema, me encantó...’, me dijo. Firmó lo que tenía que firmar. Queríamos incluirlo en el video, pero estaba afuera.”
Parraleños toca en clave cumbia “The Final Countdown”, de Europe, y lleva al punk rock “Tren del cielo”, de Soledad, entre muchos experimentos. Su lema es Reciclando al mundo, y tienen pista libre para hacer lo que se les ocurra. “Abarcamos todo. El rock, lacumbia, el dance. No sé si estamos abriendo puertas, o cabezas, pero hacemos lo que nos divierte.” No le temen a la etiqueta de “banda en joda”. “Por eso a los cumbieros de ley por ahí no les gusta lo que hacemos.” ¿Y el público heavy? “Fuimos a tocar al Roxy, donde hay público bien rockero, y cuando terminó el show se nos acercaron varios pibes con tachas y remeras de Megadeth. Nos decían: ‘Loco, yo odiaba la cumbia, ahora me cagaron la vida. Los felicito’.”