ESPECTáCULOS
Recuerdos de Carito
POR LEON GIECO
Cuando llegué a Buenos Aires nos pasábamos discos piratas de Pablo y de Silvio, que eran los únicos artistas que conocíamos allá por el ’72. Después perdimos muchos de esos casetes. Tener material cubano en ese momento era como tener un libro del Che. Cuando vinieron en el ’84 no sólo grabé con ellos en Obras, sino que estuve como espectador en seis shows. Llegar a conocerlos fue muy emotivo para mí. Era como estar con Chico Buarque, o con Mercedes. Fuimos al hotel donde estaban y teníamos que decidir qué temas íbamos a tocar. Víctor había arreglado hacer algo con Silvio. Cuando llegó Pablo, nos saludamos, y dijo “los vamos a reventar a estos dos”. Le mostré La cultura es la sonrisa. Pero después le toqué Carito y le encantó. Volví a cantar con él varias veces más, incluyendo otro recital histórico, el que compartimos con Chico en la cancha de Boca. Me gusta mucho su música: sus temas más conocidos, pero también, por ejemplo, un disco que grabó en Tropicana. Y eduqué a mis hijas con un disco en el que musicalizó poesías de Nicolás Guillén. Es uno de los grandes.