ESPECTáCULOS
Pese a todo, hay proyectos
Beatriz Catani trabaja junto a Mariano Pensotti en el proyecto Biodrama, que se estrenará en los próximos meses. Además de continuar investigando en su taller de experimentación en La Plata, esboza un proyecto final dentro del taller, coordinado por Rubén Szuchmacher. “Mi desconfianza hacia las palabras y sus connotaciones es absoluta. De eso se trata mi teatro. Creo cada vez más en un teatro cuya literatura es una suerte de residuo, no un verdadero arte poético”, dice Spregelburd. El dramaturgo está ensayando su texto La estupidez con su compañía, El patrón Vázquez, (Andrea Garrote, Mirta Busnelli, Héctor Díaz, Alberto Suárez y Nicolás Varchausky). “Estoy escribiendo un material inconcebible, Bizarra, una saga argentina, una telenovela pero en teatro, diez episodios de una enorme complejidad narrativa, barroca, melodramática, híbrida y politizada”, anticipa Spregelburd. “Desde que los políticos son actores de la gran farsa nacional, los actores debemos reafirmar la condición poética, la idea de mentira lúdica, que es la que produce verdades a posteriori.” Tantanian no se detiene: proyecta una obra sobre el poder de la palabra en las relaciones amorosas. “Una obra que toma a Orfeo como pretexto e intenta dirimir asuntos cercanos al amor y al silencio”, aclara. “El vaciamiento o la manipulación del lenguaje son armas que todo sistema de poder utiliza para sí”, reflexiona Tantanian. “El caso sería propugnar un teatro que trabajara sobre la idea revolucionaria de modificar el lenguaje y llevarlo a grados de expresión jamás concebidos.”