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Se lo comentó a un grupo de íntimos amigos en el más estricto de los secretos, pero éstos, en política, duran poco tiempo. Lo cierto es que Raúl Alfonsín les aseguró que tiene previsto renunciar a su banca de senador. Lo anunciará oficialmente hoy. Hay más de una razón, dicen sus colaboradores, la debacle de la UCR, la principal. También la sangría que sufrió el bloque tras la sanción de la Ley de Subversión económica. Además, influyó la decisión de zambullirse de lleno en su proyecto político que no es otro que “redefinir la política interna del partido y así salvar al radicalismo”.
La semana pasada el ex presidente le comentó a un conjunto de amigos su decisión. Ayer su fiel seguidor, el dirigente Raúl Alconada Sempé, reconoció “la posibilidad de que el doctor Alfonsín deje su banca”. Hoy el ex presidente la presentará oficialmente por escrito. Debe ser aceptada por los senadores durante una sesión.
El retiro del ex presidente del bloque tiene varias razones de peso. Una de ellas, sostienen sus allegados, es la debacle de la UCR tras el fracaso de la gestión de Fernando de la Rúa. “Desea recorrer el país, conversar con los dirigentes, unificarlos y salvar el partido.” Los que lo conocen sostienen que Alfonsín cree que es preciso definir la posición del partido frente al nuevo marco internacional que se está generando a partir de la asunción de George W. Bush como presidente de los Estados Unidos. “Y para hacer todo esto la banca es una pérdida de tiempo”, resumió uno de sus más íntimos colaboradores.
Un diputado radical buscó darle fuerza a esta posibilidad al considerar que Alfonsín pretende “hacer un gesto patriótico que eche por tierra las acusaciones de excesivo protagonismo y que sirva para cohesionar al radicalismo”.
Hay otro dato no menor que sus hombres destacan. “Alfonsín siempre dijo que renunciaría a su banca cuando (Eduardo) Duhalde termine su mandato. A lo mejor está olfateando que el Presidente se tiene que ir ya”, señaló uno de sus hombres en el Senado a este diario. Agregó que “la crisis que se está viviendo requiere de otro tipo de acción política que nada tiene que ver con el debate de leyes”.
Es así que Alfonsín se va del bloque, como repiten sus principales asesores, “en busca de mayor libertad”.
No será la única causa de la dimisión. Pero ninguno de sus colaboradores descarta que la derogación de la Ley de Subversión económica esté en el listado de razones. La anulación de la norma se consiguió con la inestimable ayuda de la senadora radical Amanda Isidori, quien se levantó de su banca para favorecer al justicialismo a la hora de votar. Esto desató una fuerte discusión hacia el interior del bloque donde el centro de las críticas fue el propio Alfonsín. El ex presidente había sido uno de los más firmes impulsores del acompañamiento de la iniciativa justicialista. A tal punto llegaba su decisión que amenazó con bajar solo al recinto para favorecer el quórum. Así fue que el porteño Rodolfo Terragno y el pampeano Juan Carlos Passo formaron por su lado el bloque llamado Radicalismo Independiente, y los jujeños Gerardo Morales y Mónica Arancio hicieron lo mismo bajo el nombre de Frente Cívico de Jujuy. Ahora, con la renuncia del ex presidente se espera la llegada de su suplente, la frepasista oficialista Diana Conti, quien seguramente no se sumará al bloque unipersonal de Vilma Ibarra. Ambas están en veredas opuestas del partido que supo conducir el ex vicepresidente Carlos “Chacho” Alvarez.