Según los diplomáticos norteamericanos, cuya opinión se conoció gracias a otra filtración de Wikileaks, la carrera política de Mutasim, el hijo hasta entonces preferido de Khadafi, se frustró por una disposición de la burocracia municipal digna de la funcionaria de Gasalla. Cuando su padre viajó en 2009 a Nueva York para asistir a la Asamblea de la ONU, Mutasim fue el encargado de tramitar el permiso para instalar en algún lado la carpa que usualmente usa su padre para alojarse. Créase o no, los cables aseguran que como nunca pudo conseguir la autorización, Khadafi le perdió la confianza.