Francia fue amonestada por el Consejo de Europa por no prohibir claramente todas las formas de castigo corporal a los niños, como pegarles en la cola, contrariamente a la mayoría de sus países vecinos. Aunque las violencias graves están prohibidas, la “incertidumbre subsiste respecto de la existencia de un ‘derecho a la corrección’ reconocido por la Justicia” de ese país, advirtió el organismo. La secretaria de Estado de Familia francesa, Laurence Rossignol, no se mostró muy contrariada: “No voy a propiciar una ley que prohíba pegar a los niños. No quiero dividir a Francia en dos, entre los partidarios de dar un azote a un niño y los que están en contra”, afirmó.