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Dos amigas descubren que son “hermanas de donante”: son hijas del mismo donante de esperma. Se trata de dos jóvenes estudiantes de Nueva Orleáns que se conocieron a través de las redes sociales buscando un compañero para compartir habitación en la universidad. En ese recorrido se hacen amigas, tienen afinidades, ambas fueron concebidas por donación de esperma. Al cabo de un tiempo descubren que comparten el mismo donante.

Lo que resulta novedoso de la noticia se refiere a los orígenes, ya que, si bien no conocen la identidad del donante –que es anónima–, sí pueden cotejar la información a través del número del donante y allí se revela el origen genético que tienen en común.

Este caso nos ubica, a partir de la implementación de técnicas reproductivas, ante nuevas coordenadas en la constitución de la subjetividad frente a los lazos parento-filiales y fraternos. Promueve la necesidad de diferenciar el engendramiento de la filiación, siendo que el engendramiento está del lado del sustrato biológico y la filiación –indisolublemente ligada a la transmisión– del lado de las funciones parentales y los lugares dentro del grupo familiar.

Otra de las diferencias que podemos establecer es la distinción entre un padre y un genitor o una madre y una genitora. Está presente un desdoblamiento en la transmisión, una biológica y otra psíquica. El genitor es quien engendra, pero el gameto donado –esperma u óvulo– queda despojado de su subjetividad en el momento que pasa a ser donado.

En el caso de estas hermanas de donante tienen en común la carga genética por parte del genitor. Si bien podemos afirmar que el padre y la madre, o aquellos que cumplan su función, son los que portan las funciones parentales de transmisión de una filiación, no podemos olvidar que el genitor o genitora ocupará también un lugar dentro de las proyecciones parentales y formará parte de la prehistoria del sujeto. Tendrá también un lugar dentro de las narrativas en la novela familiar del neurótico.

El enunciado “hermana de donante” podríamos conjeturarlo como una nueva categoría en la parentalidad, ya que excede las denominaciones conocidas, como ser hermano o hermana a secas, o medio hermano o hermana en el caso de compartir uno de los padres.

El lenguaje aún no dispone de palabras para dar cuenta de estas nuevas filiaciones, como si las palabras no alcanzaran a dar cuerpo a los parentescos en sujetos nacidos de orígenes desconocidos, en este caso a partir del anonimato del donante. Como pregunta Michel Tort (El deseo frío. Procreación artificial y crisis de referencias simbólicas, Ed. Nueva Visión): ¿se inauguran así parentescos naturales y parentescos artificiales? Robert Snowden llama a los niños nacidos de más de tres padres “parientes comúltiples”.

Las transformaciones en la parentalidad en la cultura actual implican la tarea de reconocer elementos nuevos dentro de lo dado. Las operatorias simbólicas en torno de los orígenes se amplían y presentan un aspecto bifronte. Por un lado, la consanguineidad: los lazos de sangre siguen teniendo un valor determinante en el parentesco, con una gran pregnancia a nivel social y con implicancias legales en los derechos filiatorios. Tienen también incidencia en la constitución de la subjetividad a nivel identitario. Por otra parte, la filiación: de carácter simbólico, da cuenta de la transmisión de la vida psíquica y está vinculada con el deseo parental y los proyectos identificatorios.

Las problemáticas presentes en estos entrecruzamientos se desplegaron inicialmente a partir del deseo de los padres en el acceso a una parentalidad. En el caso que comento, en cambio, se plantean problemáticas filiales y fraternas en torno de los orígenes. Es un tema que fue abordado a través de la ficción en el film Mi familia (The kids are all right), que relata la búsqueda del donante por parte de los hijos adolescentes en una familia homoparental; en este caso el donante no era anónimo y el encuentro es parte de la trama del film. También hubo una serie de TV que se dio hace un tiempo en nuestro medio y se llamó El donante: es el caso de una adolescente que descubre quién es su donante y también que tiene más de una docena de “hermanos de donante”.

Hay mucho por investigar. Sabemos que la problemática de los orígenes es fundante para el sujeto, y es un interrogante que no presenta respuesta unívoca. Nos encontramos ante la primera generación de hombres y mujeres que nacen a través de la implementación de las técnicas reproductivas por donación de óvulos y esperma en forma masiva. La cultura está en la búsqueda de una legitimación de estas nuevas prácticas.

* Miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA); enlace del Comité de Mujeres y Psicoanálisis de la IPA; autora del libro Deseo de hijo. Pasión de hijo.