Sáb 20.12.2008

SOCIEDAD  › EL JURADO DEL NOBEL DE MEDICINA QUEDO BAJO SOSPECHA

Un premio y algunas dudas

La policía sueca investiga a dos miembros del jurado que concedió el Nobel al alemán Harald zur Hausen por su descubrimiento sobre el virus del papiloma humano. Se investiga la relación de ambos con un laboratorio que se benefició con el galardón.

El jurado que concedió el último Premio Nobel de Medicina al científico alemán Harald zur Hausen se encuentra bajo sospecha después de haber trascendido que dos de las personas que participaron en las votaciones tenían relaciones comerciales con la empresa farmacéutica AstraZeneca. El premio le fue concedido a Harald zur Hausen –junto a los descubridores del virus del sida Luc Montagnier y Françoise Barré-Sinoussi– por sus trabajos en el descubrimiento de que el virus del papiloma humano es el causante del cáncer de cuello de útero. AstraZeneca había adquirido en 2007 la empresa Medimmune, entre cuyas patentes figura la técnica que permite obtener las partículas que han permitido desarrollar las dos primeras vacunas contra el virus del papiloma.

La división de anticorrupción de la policía sueca abrió un proceso de información previa para determinar si se produjo un conflicto de intereses, después de saberse que Bertil Fredholm, presidente del comité de cinco miembros que evalúa a los candidatos, había trabajado como consultor para AstraZeneca en 2006 y que entre los miembros del comité de 50 miembros del Instituto Karolinska que decide con su voto el ganador del Nobel se encuentra también Bo Angelin, experto en metabolismo y miembro del comité de dirección de la compañía desde julio del año pasado.

Se da además la circunstancia de que AstraZeneca esponsoriza desde hace un tiempo dos empresas de la Fundación Nobel, Nobel Media y Nobel Web. Michael Sholman, director ejecutivo de la Fundación Nobel, declaró a la revista Scientific American que las relaciones entre estos científicos y la compañía eran conocidas y que no se había considerado que existiese conflicto de intereses porque las relaciones de AstraZeneca se limitaba a la patente de una técnica utiliza en la fabricación de diferentes vacunas.

El descubrimiento de la relación entre el virus del papiloma y el cáncer de cuello de útero permitió hasta ahora desarrollar dos vacunas, una producida por Merck llamada Gardasil, y otra por GlaxoSmithKline, llamada Cervarix, que cubren varias de las cepas del virus. La inclusión de la vacuna del papiloma en los calendarios oficiales de vacunación de numerosos países, en algunos casos en medio de intensas polémicas, reporta ingentes ingresos económicos a las dos compañías, que pagan a Medimmune los correspondientes royalties.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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