Jueves, 28 de mayo de 2009 | Hoy
SOCIEDAD › EN EL PAíS, CUATRO DE CADA DIEZ MATERNIDADES NO CUENTAN CON LAS CONDICIONES ESENCIALES
El Ministerio de Salud anunció un Plan Estratégico bianual para reducir la mortalidad materna, que hoy es de 4,4 muertes cada 10 mil nacimientos. Incluye desde capacitación a médicos y entrega de insumos hasta la provisión de anticonceptivos.
Cuatro de cada diez maternidades públicas en el país no cuentan con las condiciones obstétricas y neonatales esenciales para atender en forma segura un parto y a un recién nacido, reveló ayer el subsecretario de Salud Comunitaria de la Nación, Aldo Marcoretto. Es decir, no tienen uno o varios de los siguientes componentes: anestesistas, quirófano, sangre segura, ambulancia propia o mecanismos de resucitación cardiopulmonar. Este grave déficit estructural, que afecta principalmente a hospitales de provincias del norte, pero también se verifica en el ámbito bonaerense, es una de las causas principales de las altas tasas de mortalidad materna, en comparación con otros países de la región como Chile, donde es tres veces menor. “A veces se producen muertes porque no hay bancos de sangre”, admitió el secretario de Promoción y Programación de Salud, Juan Carlos Nadalich.
El crudo diagnóstico fue el telón de fondo para la presentación, en el Ministerio de Salud, de un Plan Estratégico para la Reducción de la Mortalidad Materna e Infantil 2009-2011, que consiste en la articulación de diversas acciones en los centros de atención primaria y hospitales de los territorios provinciales, impulsadas desde la Nación, que van desde capacitación médica hasta la entrega de insumos como respiradores pediátricos y el compromiso de una provisión constante, sin interrupciones, de métodos anticonceptivos desde el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable. “Creo que es un plan serio. Pero se tiene que cumplir. Ojalá que tengan continuidad”, observó en diálogo con Página/12 Enio Cufino, representante adjunto de Unicef Argentina.
La paradoja que se da en torno de la mortalidad materna es que se conoce claramente todo lo que se puede hacer para reducirla. “Sabemos que las muertes se producen porque hay mujeres que no están incluidas en el sistema de salud y porque hay hospitales que no están preparados para atender las complicaciones”, indicó Elsa Andina, directora de la Maternidad Sardá y asesora del Ministerio. “Estas mujeres que mueren son de escasos recursos y mayormente de áreas rurales. En general son muertes que llaman poco la atención”, dijo Cufino. Es la primera vez que se anuncia un plan nacional de estas características y con estos objetivos. Unicef apoyará su implementación.
El último registro oficial indica que fallecieron por causas vinculadas con el embarazo, el parto y el puerperio 4,4 mujeres cada 10 mil nacidos vivos. Una de cada cuatro muertes ocurrió por complicaciones de abortos inseguros. Detrás de la fría estadística quedaron truncas las vidas de 306 mujeres, un número anual que se viene repitiendo –un poco más, un poco menos– desde hace unos veinte años, sin que hasta ahora se hubiera tomado como tema prioritario de salud.
El mapa estadístico muestra que hay profundas desigualdades entre provincias. Mientras Córdoba presenta una tasa de 1,5 muertes maternas cada 10 mil nacidos vivos, Formosa tiene 13,3, casi tres veces el promedio nacional. En Chile, la tasa es de 1,8 por 10 mil nacidos vivos. Uruguay y Costa Rica presentan rangos parecidos, por debajo de 2. “Por una mujer que muere, otras veinte sufren enfermedades o lesiones, a veces con consecuencias graves y duraderas, esto equivale en Argentina a más de 6.000 mujeres por año”, precisó Cufino, al presentar –en el mismo ámbito del Ministerio de Salud– el Estado Mundial de la Infancia 2009, una publicación elaborada por UNICEF, y dedicada a la salud materna y neonatal. En Argentina, siguió Cufino, una mujer de cada 530 tiene un riesgo de morir por causas relacionadas con la maternidad; en Chile, la probabilidad es significativamente más baja: de una cada 3.200. En 2007, el 11,7 por ciento de la mortalidad materna ocurrió en menores de 20 años y el 1,3 por ciento en menores de 15 años. “Llama la atención que un 24 por ciento de las muertes maternas tengan como causa complicaciones de abortos”, señaló Cufino.
En países desarrollados, cada caso de muerte materna debe ser denunciado dentro de las 24 horas de ocurrido a las autoridades sanitarias y, es investigado exhaustivamente, como si se tratara de una mala praxis, para analizar cuáles fueron los factores que contribuyeron a que se produzca y tratar de evitar que se repita. En la Argentina, la mortalidad materna está excluida del Sistema Nacional de Alerta Epidemiológica. “Si ocurre un caso, el ministro de Salud provincial puede ser que se entere tres o cuatro meses después”, comentó a este diario una especialista conocedora de la temática. Formalmente en cada hospital donde hay una maternidad hay constituido un comité de vigilancia de la mortalidad materna. “Deberían analizar las causas de cada muerte, pero la mitad no funciona”, reconoció a Página/12 el subsecretario Marcoretto. Promover y mejorar el funcionamiento de los sistemas de vigilancia de la mortalidad materna es uno de los puntos del Plan Estratégico que presentaron ayer las autoridades sanitarias. Estaba prevista la presencia de la ministra Graciela Ocaña, pero finalmente la funcionaria no estuvo. El Plan fue acordado entre los ministros del área de todas las provincias en el marco del Consejo Federal de Salud a fin de 2008. Otro de sus ejes apunta a monitorear que se cumplan las condiciones obstétricas y neonatales esenciales (anestesista, quirófano, sangre segura, ambulancia propia, resucitación pulmonar) en las cien maternidades principales -–por cantidad de partos– del país. En la actualidad muchas mujeres mueren por fallas del sistema de salud.
De las 768 maternidades públicas de la Argentina, el 42 por ciento no es realmente segura para la atención de partos y recién nacidos, según reveló ayer Marcoretto. Las peores situaciones se registran en hospitales del NEA, seguidos por los del NOA, pero también hay problemas de insumos y de infraestructura en maternidades de la provincia de Buenos Aires, en la zona norte y sur del conurbano.
La consejería en anticoncepción es errática. Parece increíble pero apenas el 5 por ciento de las mujeres que dan a luz se van de un hospital con algún método, destacó Marcoretto. Y agregó otro dato impactante: el 60 por ciento de los embarazos no son planificados en el país. Muchos de ellos, dijo, terminan en abortos, con complicaciones, un cuadro responsable –como se señaló– de un cuarto de las muertes maternas.
El Plan tiene como horizonte cumplir con las Objetivos del Milenio asumidos por la Argentina de llevar en 2015 la mortalidad materna a 1,3 por cada 10 mil nacidos vivos y la mortalidad infantil, de 13,3 a 8,5 niños por cada 1.000 nacidos vivos. En las últimas dos décadas la MM se mantuvo casi estable. Es decir, a ese ritmo difícilmente el país cumpla con la meta. “Si se aplica el Plan Estratégico como se debería aplicar, la Argentina podría llegar a cumplir con los ODM”, evaluó Cufino, en diálogo con este diario. Se estima que un 34,2 por ciento de las muertes neonatales se podrían reducir con un diagnóstico y tratamiento oportuno durante el embarazo.
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