La ola de calor a contramano de las previsiones, persistirá hasta el sábado según las nuevas previsiones. Ayer provocó en la ciudad de Buenos Aires una sensación térmica superior a 35 grados, mientras que para hoy se anticipa un nivel “naranja” de alerta, registrándose un aumento de consultas por golpe de calor en hospitales del área metropolitana.

Las altas temperaturas afectaron diferentes localidades, como la ciudad de Junín, donde la térmica superó los 40 grados, y Bahía Blanca, donde la temperatura pasó las cuatro decenas positivas.

Peor fue lo de Río Colorado, en Río Negro, donde la sensación fue agobiante, 42,8 grados. En Rosario, en cambio, pudieron solazarse con unos cálidos 38. El director del Servicio Meteorológico Nacional, Héctor Ciappesoni, aseguró que ante la persistencia de las altas temperaturas “cada vez estamos en situación más peligrosa respecto del aumento de la mortalidad. Venimos de un diciembre con temperaturas relativamente bajas y pasamos a un enero con temperaturas muy elevadas. La primera ola de calor es la que tiene más efecto sobre la salud”, advirtió el funcionario. Ciappesoni afirmó luego que en la ciudad “estamos actualmente en situación de alerta amarillo” y explicó que eso significa “entre 10 a 30 por ciento de aumento de la mortalidad diaria”. Pero admitió que “a partir del jueves y hasta el sábado esto pasará a naranja, lo que implica de un 30 por ciento a un 60 por ciento de aumento de la mortalidad”.

Asimismo, el funcionario explicó que en la determinación del alerta “no solamente influye el efecto de las temperaturas máximas, sino el período en el que se dan (más de tres días consecutivos), y si las temperaturas mínimas se mantienen elevadas”.