Al mismo tiempo que iniciaron la campaña de vacunación contra el sarampión en la ciudad de Buenos Aires y en territorio bonaerense, los ministerios de Salud de ambas jurisdicciones acordaron acciones de vigilancia y bloqueo, para evitar que la infección se reintroduzca y extienda en el país. La confirmación de cuatro casos, que tras diez años de haber erradicado la enfermedad irrumpieron como consecuencia de viajes al Mundial de Fútbol en Sudáfrica, obligó, además, a una serie de recomendaciones para evitar que se declaren casos autóctonos. “Hay que ir un paso adelante del virus”, explicó a este diario Carla Vizzotti, coordinadora del Programa Nacional de Enfermedades Inmunoprevenibles, del Ministerio de Salud, quien también advirtió que se trata de prevenir y “no de entrar en pánico”, porque “no estamos en una situación catastrófica. Las coberturas de vacunación fueron buenas; si no, ya tendríamos el brote”.

Las recomendaciones “fundamentales” son tres, dijo Vizzotti. En primer lugar, “recordar que la única herramienta de prevención son las vacunas”, por lo que es preciso “tener todas las vacunas al día, tanto las de los chicos como las de los adultos”. En el caso de los niños, “hay que respetar el esquema de vacunación”, y en el de los adultos, “tener las dosis extras que se dieron en las campañas”. Para niños, la recomendación indica que “al año y a los 6 años deben tener la triple viral de calendario”, y además “los chicos de entre 13 meses y 5 años inclusive deben tener dos dosis de la vacuna. Es decir que se tienen que dar una extra antes del ingreso escolar. Los chicos de entre 7 y 14 también deben recibirla. Y los mayores de 15 que no hayan recibido la dosis extra de las campañas de mujeres en 2006 y de hombres que se hizo en 2008 también requieren una dosis extra”.

La edad de la primera vacunación sólo fue bajada a los 6 meses de edad en la provincia de Buenos Aires y en territorio porteño, “porque es donde más riesgo hay de que se extienda el sarampión”, dado que los casos confirmados se registraron en personas que habitan en la zona norte bonaerense”. “La idea, con esta medida, es proteger a los menores de un año, que son quienes más riesgo tienen de morir si contraen la enfermedad.” Los chicos menores de 12 meses que reciban ahora la vacuna deberán ser vacunados nuevamente al cumplir el año.

En segundo lugar, agregó Vizzotti, lo preciso “es recurrir a la consulta”. “Si hay fiebre y erupción en el cuerpo, hay que consultar inmediatamente al médico, aunque la persona no se sienta mal.” Es que en esos casos no sólo se trata de chequear si se trata o no de sarampión –una enfermedad para la que no hay tratamiento capaz de eliminarla–, sino también de “implementar acciones de bloqueo”: “Vacunar a los contactos del entorno de esa persona y seguirlos, para ver si se contagiaron o no”.

El tercer punto, dijo la especialista, es alentar al personal de salud a estar alerta “para que, en primer lugar, lo sospeche, porque hace diez años que esta enfermedad no estaba”. Ante la sospecha de un caso, “la notificación debe ser inmediata. No es preciso esperar los resultados de serología”.

Al no tener tratamiento y ser “contagioso”, explicó Vizzotti, “la única medida posible para contener el brote y tratar de que no suceda o sea leve es actuar ya mismo. Por eso se impulsa la vacunación”.

Por ahora siguen siendo cuatro los casos confirmados, todos ellos registrados en la misma familia, dos de cuyos integrantes viajaron a Sudáfrica durante el Mundial de Fútbol, sin vacunarse previamente, como había sido la recomendación del Ministerio de Salud.