SOCIEDAD
El gobierno tapió Parque Rivadavia y negoció reubicar a los puesteros
El parque fue cerrado para realizar refacciones. Los vendedores protestaron y cortaron parcialmente la avenida, pero al fin aceptaron un lugar en el futuro Parque del Retiro, que se inaugura el 26.
Cuando se levantaron ayer por la mañana, muchos vecinos del barrio porteño de Caballito deben haberse restregado los ojos para dar crédito de lo que estaban viendo desde sus ventanas. El Parque Rivadavia, el mítico corazón del barrio, se encontraba totalmente tapiado, y decenas de policías custodiaban que ningún puestero volviera a instalarse en sus senderos, los cuales, a partir de hoy, serán ocupados por las máquinas y los obreros del Gobierno de la Ciudad, que en un plazo de 90 días prometen refaccionar a nuevo la antigua Plaza Lezica. La decisión de comenzar con las refacciones generó en el barrio una auténtica divisoria de aguas. Mientras los puesteros acusaron al gobierno de no tenerlos en cuenta y coartarles la única posibilidad de trabajo que tienen, los vecinos apoyaron la iniciativa y respiraron aliviados. “Por fin se pondrá fin a la situación de abandono y de inseguridad que se había instalado en el parque”, se oyó decir.
El inicio de las obras de refacción del Parque Rivadavia, que demandará el cierre del predio por al menos 90 días, llevó a que la temperatura en el barrio de Caballito superara, ayer por la mañana, por mucho la media que se registró en los demás barrios de la ciudad.
El clima comenzó a caldearse apenas iniciado el día, cuando la policía desalojó a 17 personas que dormían en el parque. Pero todo se complicó cuando comenzaron a llegar los cientos de puesteros que día a día se acercan hasta el parque para vender sus productos. Al ver el predio tapiado, un grupo decidió cortar parcialmente la avenida Rivadavia, para protestar por el desalojo y reclamarle al gobierno porteño un nuevo lugar donde trabajar. “Queremos trabajo, otra cosa no queremos”, sostenía uno de los manifestantes, mientras miraba de reojo las decenas de policías que cubrían la calzada.
Frente a este reclamo, funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente y Planeamiento urbano se acercaron al lugar para negociar con los manifestantes y les ofrecieron trasladar, solamente a los artesanos y a los vendedores de subsistencia –aquellos que venden sus propias pertenencias para poder comer–, sus puestos al nuevo predio que se inaugurará el 26 de enero próximo en la zona de Retiro y estará abierto todos los fines de semana, acompañado por espectáculos culturales.
En un primer momento, esta propuesta no colmó las expectativas de los puesteros y recalentó el ambiente. “Yo no puedo trabajar sólo los fines de semana y tampoco puedo esperar hasta el 26 para darles de comer a mis hijos”, explicó Mirta, una de las manifestantes.
Sin embargo, con el paso de las horas, reconsideraron su posición y aceptaron la propuesta, aunque pidieron 600 bolsones de comida para poder subsistir hasta el 26, lo cual fue aceptado por el gobierno porteño. “Los vendedores por subsistencia y los artesanos serán incorporados al nuevo paseo que se habilitará en Retiro, el cual tendrá atractivos turísticos y culturales”, explicó la secretaria de Gobierno y Control Comunal porteña, Silvana Giúdici, al terminar la reunión con los puesteros.
El jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, se mostró conforme con la resolución del conflicto. “Frente a los que dicen que hay una situación de crisis y no se puede hacer nada, o los que creen que todo se soluciona con represión, nosotros demostramos que hay otro camino. De esta manera, por un lado, recuperamos el espacio público y, por el otro, atendemos a una situación social que tiene que ser atendida, porque hay una nueva realidad en la Argentina”, concluyó Ibarra.
Durante los próximos 90 días, y a un costo de 800 mil pesos, el gobierno instalará en el Parque Rivadavia, entre otras novedades, 625 metros de rejas para proteger el predio durante la noche, modificará el espacio rectangular que rodea al Monumento a Bolívar, por un paseo circular, y construirá dos anfiteatros, uno de ellos con capacidad para más de 100 personas sentadas.
Producción: Damián Paikin.