Por segundo día consecutivo, los vuelos de Aerolíneas y Austral sufrieron ayer demoras de “dos horas promedio”, pero lo más grave fue que se produjo la cancelación de unos 30 servicios programados, informaron a Página/12 voceros de Aeropuertos Argentina 2000. Hasta la tarde de ayer era “bastante tranquila” la situación en el Aeropuerto de Ezeiza, desde donde salen los vuelos locales por el cierre por refacciones del Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery. “Hubo molestia y cansancio entre los pasajeros de las dos aerolíneas, pero no se produjeron hechos de violencia ni protestas airadas”, aseguró una fuente de Aerolíneas. Sin embargo, a partir de las 21 todo se complicó porque en forma sorpresiva se cancelaron cerca de 20 vuelos, lo que renovó el enojo de pasajeros que llevaban varias horas esperando la partida. Una fuente del Ministerio de Trabajo, consultada por este diario, exhortó a los pilotos de líneas aéreas “a que no violen la conciliación obligatoria” dispuesta el jueves para poner fin al paro del sector y llamó a “no perjudicar ni a los pasajeros ni a la empresa a la que dicen defender”, en alusión a Aerolíneas Argentinas.

Ante el agravamiento de la situación, ayer por la noche, las autoridades de Aerolíneas y de otros sectores vinculados con la actividad conformaron un comité de crisis, mantuvieron contactos telefónicos y reuniones, que se repetirán hoy, para encontrar una rápida salida al conflicto.

En Ezeiza se dijo también que fue “normal la prestación de servicios de parte de las otras aerolíneas” que operan allí con motivo del cierre del Aeroparque Metropolitano, que se extenderá hasta el 1º de diciembre.

Las causas de las demoras y cancelaciones de ayer fueron dos. Por un lado, según los controladores de vuelo, se advirtió la deficiente coordinación de los SLOT (el tiempo de separación entre arribos y partidas), lo que complicó todo el tráfico aéreo, que incluye ahora en Ezeiza los vuelos internacionales y los de cabotaje. Por el otro lado, si bien se levantó el paro de los pilotos de APLA por la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo, de todos modos se constataron demoras y falta de cooperación por parte del sector, lo que agravó la situación.

En ese marco, las fuentes de ese ministerio se limitaron a recordar que “no acatar la conciliación obligatoria puede llevar a la aplicación de multas a la entidad gremial que incurra en falta y eso puede llevar incluso a la suspensión de la personería”. Los afectados por las demoras y cancelaciones fueron miles de pasajeros que tenían previsto abordar alguno de los 63 vuelos de cabotaje y regionales previstos para ayer. Cerca de la mitad de ellos debieron ser cancelados.

La situación, como se sabe, fue creada por un lado por el reacomodamiento que significa el traslado a Ezeiza de parte de la operatoria de Aeroparque, y por el otro por un sorpresivo paro de pilotos, a partir de un enfrentamiento entre las dos entidades gremiales que los nuclean, la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA).

Aunque la medida de fuerza fue levantada, Ricardo Cirielli, titular de APTA, el gremio que nuclea a los técnicos aeronáuticos, sostuvo que están dispuestos a realizar “un paro nacional si no se le pone freno” al jefe de APLA, Jorge Pérez Tamayo, quien estuvo al frente de la protesta realizada el jueves. Como consecuencia del conflicto, ese día cinco mil pasajeros se quedaron sin viajar y cerca de 50 vuelos tuvieron que ser cancelados.

Ayer los inconvenientes continuaron. Voceros de Aerolíneas consultados por este diario reconocieron que “hubo demoras promedio de entre una hora y media y dos horas”, aunque aseguraron que “por fortuna, la situación se va normalizando y este fin de semana, favorecida por la disminución de los vuelos que se producen los sábados y domingos, se va a normalizar del todo”. Las fuentes de la empresa estatal sostuvieron que “el problema del paro se solucionó a partir de la conciliación obligatoria entre las partes en conflicto; ahora hay que ver cómo sigue el tema, que escapa a nuestras posibilidades”. Todo eso se dijo por la tarde, pero por la noche el panorama cambió en forma abrupta.

“Lo único concreto y lo que importa –habían explicado las fuentes de la empresa– es que desde el sábado se producirá la total normalización de los servicios de cabotaje y regionales”, que se reducen a la mitad durante los fines de semana. Los pasajeros, ante cualquier duda, pueden comunicarse con el teléfono gratuito 0810-222-86527.

A la pelea interna entre APLA y UALA, organización conducida por Claudio Somoza, se sumó ayer la postura de Ricardo Cirielli, líder del personal técnico aeronáutico. “Si Aerolíneas cede ante la locura de Pérez Tamayo, APTA comenzará con todo tipo de medidas sindicales a nivel nacional.” Según Cirielli, “Pérez Tamayo se cree Dios y que él todo lo puede, y que puede manejar a todos los pilotos de las distintas compañías. Quiere manejar el país”, sentenció. Ayer fue imposible hablar con el titular de APLA. Ante un llamado de este diario, sus allegados dijeron que piensa hablar “cuando el problema se haya encauzado”.