SOCIEDAD › CUATRO POLICIAS QUEDARON DETENIDOS POR UN HOMICIDIO
Gatillo fácil en Córdoba
Por C.R.
Cuatro policías de Córdoba, entre ellos una mujer que estaba al frente del grupo, quedaron detenidos y acusados de “homicidio simple”. Están imputados de matar por la espalda a un joven de 21 años que se comprobó que estaba desarmado, aunque las autoridades policiales habían asegurado al principio que se trató de “un enfrentamiento con delincuentes que habían disparado primero contra los efectivos”. Pablo Luján, de 21 años, murió en la madrugada del sábado cuando escapaba a pie luego de que el automóvil que conducía –y que sería robado– se estrellara contra un árbol mientras era seguido de cerca por un patrullero, en el barrio Mariano Fragueiro de la capital cordobesa. La versión original de la policía hizo agua por varios lados: además de estar desarmado, el chico asesinado tenía “varios balazos en la espalda (serían tres) y no uno como se dijo al principio en el comunicado oficial”, confirmaron ayer a Página/12 fuentes de la investigación. Los informantes mantuvieron bajo secreto de sumario el nombre de los cuatro policías involucrados.
La muerte de Pablo Luján se produjo en los primeros minutos del sábado y el caso se conoció en la mañana de ese día, a través de un parte informativo del Comando de Patrulla del Distrito 6. Allí se decía que en el coche, un Fiat Uno, iban cuatro jóvenes, entre ellos la víctima y un hermano suyo, Andrés, de 19 años, que fue detenido porque al producirse el choque quedó atrapado dentro del vehículo. La persecución comenzó a las 0.40 en la calle Mackay Gordon al 4000 y finalizó diez minutos después, cuando el auto manejado por Pablo Luján chocó contra un árbol, en la calle Escola al 800. En el primer parte, la policía ni siquiera mencionó que se trataba de un auto robado. Dijeron que el seguimiento se había decidido porque los cuatro ocupantes del rodado manifestaron “una actitud sospechosa”, justificación clásica, tanto como la del “enfrentamiento”.
En el comunicado se dijo que el joven muerto estaba armado, pero eso nunca fue confirmado por el fiscal de feria Gustavo César Sandoval, quien aclaró que, por ahora, en la escena del crimen “sólo estuvieron las armas que llevaba la policía”. Tampoco estaba armado el hermano de Luján que sigue detenido. Ante esa situación, una nueva versión policial estimó que los supuestos disparos contra los efectivos habrían sido realizados por los dos prófugos. El dato tampoco tendría asidero porque no se encontraron vainas de ninguna otra arma, salvo las 9 milímetros de los uniformados, según confirmaron fuentes del caso.
La policía aseguró que el Fiat Uno tenía pedido de captura porque había sido robado horas antes de la muerte de Pablo Luján en la zona conocida como Alta Córdoba. Con el correr de las horas, cuando el caso comenzó a perfilarse como un clásico “gatillo fácil”, el director de Planeamiento de la Policía de Córdoba, Miguel Martínez, sostuvo que los cuatro efectivos “no recibieron ninguna sanción disciplinaria”. Consideró de todos modos que se trata de “un hecho muy delicado que preocupa” al jefe de la repartición, el comisario Jorge Mario Rodríguez.
El fiscal Sandoval confirmó que el caso está caratulado como “homicidio simple” y que dispuso la detención de los cuatro miembros de la patrulla policial, de quienes sólo se supo que son una oficial principal, dos cabos primeros y un cabo. “Estamos buscando a los prófugos, que podrían ser los que dispararon, según la versión policial, pero no hay ninguna prueba que avale la versión policial y por eso hay cuatro detenidos”, informó una fuente consultada anoche por este diario.